Los blanquiazules han caído en sus dos visitas a Asturias, algo que hacía mucho, muchísimo, que no sucedía. Ya no solo porque en las últimas 26 temporadas solo ha coincidido en dos ocasiones con Sporting de Gijón y Real Oviedo en la misma categoría –ambas en Segunda división– sino porque el cuadro perico siempre acostumbraba a puntuar en uno u otro campo, en El Molinón o en el Carlos Tartiere. Esta vez, ni en uno ni en otro, y lo que es más preocupante, sin marcar. Dos partidos que para el espectador perico han sido como comerse un cachopo sin estar regado de una buena sidra. Es decir, que se le ha hecho tremenda bola.
Si la derrota en Gijón ante el Sporting (2-0) era una piedra más en la lápida de Luis García –fue la segunda consecutiva tras la sufrida ante el CD Leganés en casa por la mínima–, la sufrida en Oviedo fue la primera de la era Ramis. De las últimas ocho temporadas en las que el Espanyol ha coincidido con los dos equipos asturianos en liga, esta es la segunda vez que los blanquiazules caen en ambas visitas a Asturias. La anterior fue en la temporada 1991-92, curso de tres entrenadores para el club blanquiazul –Petrovic, Sabaté y Clemente– y que se salvó con solo un punto de ventaja sobre el descenso. Se cayó en Gijón (3-0) y en Oviedo (1-0).
Mala racha
Suma y sigue el Espanyol con su mala dinámica a domicilio, ya que no gana fuera de casa en liga desde el pasado cinco de octubre, cuando se venció al FC Cartagena (0-2). Desde aquel entonces los blanquiazules han disputado cuatro jornadas como visitantes, sumando tan solo un punto de 12 posibles y marcando solo una diana, la lograda en el empate a un gol en El Alcoraz ante la SD Huesca.