Este sábado 6 de enero vuelve el fútbol al Stage Front Stadium. 18 días después del partido contra el Burgos, que puso fin a un 2023 para olvidar, el balón volverá a rodar sobre el verde del estadio perico. Y lo hará con una competición que siempre ha ilusionado al equipo, pero que este año, por culpa de la situación del club, no es prioritaria. Pero nadie quiere hablar de tirarla. Siempre se crece mejor desde los buenos resultados y el Espanyol necesita volver a ganar un partido tras irse al parón navideño encadenando tres empates y dejando malas sensaciones. Con el partido de Copa ante el Getafe (sábado, 17:00h) empieza un año en el que el Espanyol debe recuperar la categoría perdida y con ello la ilusión de una hinchada que anda preocupada por las sensaciones que ofreció el equipo al cierre del 2023.
El objetivo del curso está claro y el espanyolismo ya tiene preparada su carta de deseos a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Y la primera petición, superar esta eliminatoria copera que permitiría levantar la moral de todos y tener a toda la plantilla enchufada para una segunda vuelta que no será nada sencilla.
Un once incierto
A diferencia de anteriores eliminatorias, cuando el calendario estaba más apretado, el hecho de que el Espanyol no juegue hasta el próximo sábado 13 de enero podría hacer que Luis Miguel Ramis apueste por su once más habitual. Lo que parece seguro es que Joan Garcia estará bajo palos. El resto no está claro. A la baja segura de Nico Melamed se une la de Óscar Gil, con molestias en el sóleo. Además, Víctor Ruiz, pese a que ya ha entrenado con el grupo, se le dará una semana más para estar en plenas condiciones y Lazo sigue arrastrando molestias. Keita Baldé ayer no entrenó al estar con fiebre, pero se confía que esté en la convocatoria.
El que sí estará a disposición del técnico es Leandro Cabrera, que se perdió los últimos dos partidos del año pasado. Ramis, en la rueda de prensa, apuntó que le gustaría que el equipo se pareciera mucho más a lo que quiere.
Un Getafe crecido
El Getafe, que el año pasado estuvo peleando hasta el final por la salvación, vive un buen momento. El conjunto madrileño ocupa la octava posición en la clasificación con 26 puntos. Corren buenos tiempos en el Coliseum y ayer se pudo comprobar en el entrenamiento a puerta abierta. Los de Bordalás sintieron el calor de los suyos que llenaron casi todo el lateral del campo, acogiendo en sus gradas a más de 5.000 hinchas.
El técnico tiene a todos sus hombres a disposición para enfrentarse al Espanyol y podría tirar de su once típico en liga, ya que el próximo fin de semana, del 12 al 14 de enero, no tendrá partido liguero. Los de Bordalás deben jugar ante el Real Madrid que estará disputando la Supercopa en Arabia Saudí. Además, al ser Copa, Bordalás podrá contar con los tres jugadores que fueron expulsados ante el Rayo Vallecano: Latasa, Greenwood y Damián. Igualmente, también estará Jaime Mata, que vio tarjeta amarilla y estaba apercibido de sanción.