Tiene Javi Chica un objetivo muy ambicioso en las últimas ocho jornadas de Segunda RFEF: meter al Espanyol B en el ‘play-off’ de ascenso y acabar así la obra maestra de Manolo González. El nuevo entrenador del filial ha ido picando piedra desde su regreso al club como entrenador hasta hacerse cargo del Espanyol B, la que sin duda será su primera gran experiencia en un banquillo.
Tras su retirada como futbolista, la cual llegó en julio de 2019 después de alargar su carrera hasta los 34 años en la FE Grama, Javi Chica regresó al Espanyol como ayudante de Moisés Hurtado en el Juvenil A de cara al curso 2018-19, un año antes de retirarse, donde hizo las prácticas. Y la campaña siguiente, al darle a Moisés el Juvenil B, Chica pasó a ser su segundo, ya con todas las de la ley.
Nada cambio la temporada siguiente, pero en el curso 2020-21 hubo un terremoto con la marcha de Moisés Hurtado en enero debido a diferencias con el responsable del fútbol base, Luis Vicente Mateo. Fue entonces cuando Javi Chica pasó a ser el entrenador principal de ese Juvenil B, al que acabó salvando del descenso en una campaña dividida en dos fases por la COVID-19.
Los éxitos de Javi Chica
Al curso siguiente, Javi Chica continuó como entrenador principal en una categoría tan complicada como el Juvenil B; la gran mayoría de técnicos del fútbol base indican que el paso de cadete a juvenil es uno de los momentos más críticos en la etapa del futbolista joven. Chica salvó al equipo en esa primera temporada, la 2021-22, completa, acabando séptimo a 11 puntos del descenso, y a partir de ese momento todo fueron éxitos.
Porque el pasado curso estuvo a un paso de alzarse con la Liga Nacional y solo una derrota ante el CE Mercantil del precisamente actual entrenador del Juvenil B del Espanyol, Marc Xalabarder, privó a los de Javi Chica del título. Ese buen hacer le valió para coger el testigo esta campaña de Xavi Corominas, al que no se renovó el contrato, de un Juvenil A al que ha llevado hasta la final de la Copa del Rey –derrota en la tanda de penaltis ante el RCD Mallorca– y mantenerse en segunda posición de la División de Honor, a solo tres puntos del líder, precisamente también el conjunto bermellón. Los blanquiazules han estado 23 partidos sin perder.
Así pues, está más que demostrado el crecimiento de Javi Chica como entrenador. Un míster que en el Espanyol ya las ha visto de todos los colores -luchar por evitar el descenso y por títulos- y que suele apostar por el 4-4-2, con las líneas ordenadas y sin fisuras, hecho demostrado en los 16 goles que ha recibido el Juvenil A en 23 jornadas. Ahora le llega su gran momento en el Espanyol B, donde luchará por cerrar la temporada de la mejor manera posible: con el ‘play-off’ de ascenso. Y a partir de ahí, a luchar por subir. Fácil no es, pero tampoco imposible.