Arnau Baqué es desde hace cinco temporadas el presidente de las SD Espanyol, además de uno de los principales impulsores del proyecto desde su nacimiento hace siete temporadas (las dos primeras estuvo como directivo). En julio del año pasado era reelegido como máximo responsable de un club que ha ido creciendo curso tras curso hasta llegar a cotas deportivas difíciles de imaginar en 2017, cuando empezó todo. Con varios equipos en categorías nacionales y una masa social de unos 1.300 socios, Seccions se mueve entre el instinto de supervivencia a nivel económico y un futuro ilusionante que pasa por ampliar la base, seguir mejorando a nivel deportivo y darse a conocer entre todos los aficionados pericos. Desde ‘El 1900’ hemos hablado con Baqué para repasar la situación del club a todos los niveles ahora que se acerca el final de temporada.
-En los últimos días ha aparecido alguna información sobre la recuperación del Palau d’Esports. ¿Veremos al Espanyol jugando de nuevo ahí?
Es un tema muy embrionario que siempre se ha intentado. Ahora mismo, el Palau d’Esports no se puede utilizar, pero hay una propuesta de un grupo político de la ciudad que quiere darle un uso deportivo. Parece ser que el uso sanitario está descartado y hay un proyecto para hacer un pabellón nuevo con tres niveles de pistas, una para el tema del gaming y otros dos para temas deportivos.
Estamos haciendo un poco de presión y moviendo hilos, porque consideramos que como herederos del Espanyol, que fueron los últimos en utilizar el pabellón, deberíamos tener derecho de uso de la pista. Es un tema a largo plazo, porque se tendría que aprobar, hacer la licitación y la construcción. Pero estamos ahí, porque se está moviendo alguna cosa.
-¿Cómo está la cuestión judicial por lo que respecta al uso del pabellón del Camp del Ferro?
Seguimos teniendo el litigio pendiente de resolver. La Bústia Ètica del Ayuntamiento de Barcelona ha decretado que los acuerdos a los que llegaron el mismo consistorio y el CP Congrés son nulos. El propio Ayuntamiento está tirando balones fuera, porque no sabe cómo tratar el tema, pero hay movimientos. Hemos aportado documentación al juzgado y ahora esperamos la resolución judicial.
-Si se pudiera ir al Palau d’Esports en unos años, ¿el objetivo es tener a todos los equipos en una misma sede?
Si no en la misma sede, sí en la menor cantidad posible de espacios. En el caso del hockey patines, que tiene unas características muy determinadas, el Camp del Ferro es el único que reúne las condiciones para que podamos jugar. Tenemos un problema con la pista de La Sagrera, porque cada año la Real Federación Española de Patinaje (RFEP) nos hace como una carencia al no reunir las condiciones. Cada año el Ayuntamiento está arreglando alguna cosa: las luces, el aire… Pero la RFEP se ha puesto dura con nosotros y ya nos ha dicho que en caso de estar en categoría estatal el año que viene no nos deja jugar ahí. Es un tema de presión también para el Ayuntamiento. Vamos siempre a principio de temporada con el informe que nos hace la federación y es una patata caliente que tenemos que tratar.
* El resto de la entrevista la podrás leer en nuestra edición de papel de este viernes 12 de abril.