Tímido y de pocas palabras, Rafa Bauza (Sant Llorenç des Cardassar, Mallorca, 31 de enero de 2005) es todo lo contrario ante una grabadora que sobre el césped, donde muestra un desparpajo impropio de su edad. “Si no es mi primera entrevista, será la segunda”, cuenta antes de empezar la charla con ‘El 1900’, la cual se publicó en la edición papel hace unas semanas. El mediocentro fue la novedad en la convocatoria del primer equipo ante el CD Leganés.
Rafa Bauza es una de las grandes sorpresas de esta campaña en el Espanyol B. Juvenil de último año, Manolo González no dudó en citarlo para la pretemporada del filial; sus buenas actuaciones hicieron que se quedara en el equipo. Su buen papel este curso ha hecho que incluso entre en una de las últimas preselecciones de España sub-19, aunque no estuvo en la citación final.
Futbolista que se mueve como pez en el agua en la medular tanto de ‘6’ como de ‘8’, Rafa Bauza admite que le gusta más la segunda opción, aunque se amolda a lo que toque. Con un breve paso por el Juvenil A, donde solo estuvo la segunda vuelta del pasado curso, el hecho de llegar a Barcelona sin compañía ninguna a los nueve años para enrolarse en la Fundació Marcet ha hecho que crezca más rápido de lo que le tocaría por su edad.
Rafa Bauza se mostró «sorprendido» por haberse quedado en el Espanyol B tras realizar la pretemporada y admitió que quiere «estar muchos años en el Espanyol y llegar al primer equipo», en el que ya ha dado los primeros pasos gracias a la confianza de Manolo González en él. El mediocentro, que el pasado verano renovó hasta 2026, nos admitió que se fija «en Kroos, Modric y sobre todo Kevin de Bruyne, que es un gran pasador. Aquí en el Espanyol me fijo mucho en Álvaro Aguado; su estilo de juego me parece muy atractivo, es algo parecido al mío».
Indicó que «me gusta más jugar como ‘8’, aunque me adapto. Me gusta tener llegada, intentar llegar al área a ver si cazo algún rechace, tener esa trayectoria durante el partido de atacar y defender» y nos reconoció sentirse «como en casa» en el Espanyol y en la Túrbula, donde estudia y vive -en la Residència Josep Manel Casanova-. Si el Espanyol lo cuida, tiene motor para años.