Brian Oliván (Barcelona, 1994) es uno de esos jugadores que se lo ha tenido que currar para alcanzar la Primera división. Su trayectoria es toda una historia de perseverancia y superación. Como la que le está tocando vivir este año por culpa de una pubalgia. Llegó al Espanyol con toda la ilusión del mundo para jugar en una categoría a la que espera regresar la próxima temporada con el conjunto perico. Muy normal y familiar fuera de los terrenos de juego, se transforma en el verde para defender los intereses de su equipo. Surgido de la cantera del Barcelona, pasó por Braga, Sofía, Valladolid, Granada y Girona antes de debutar en Primera a los 28 años.
-Jugaste cinco años en Segunda con Cádiz, Girona y Mallorca. ¿Habías visto alguna vez la igualdad que existe este curso?
La verdad es que nunca me había pasado lo de esta temporada. En un colchón de cinco o seis puntos estamos hasta diez equipos. En las anteriores campañas que había jugado en Segunda, me había encontrado con campeonatos también muy igualados y muy difíciles al ser ligas muy largas, pero nunca como lo que se está viviendo este curso.
-Debutaste en Segunda con el Valladolid, uno de los equipos que está luchando por el ascenso junto al Espanyol. ¿Cuál es el equipo que más te preocupa de cara a esta lucha por ascender?
El equipo que más me preocupa, si te soy sincero, es el Espanyol. Si somos capaces de hacer nuestro trabajo en esta recta final de campeonato creo que vamos a conseguir el objetivo. Nuestro peor rival somos nosotros. Somos el Espanyol y hemos de salir a ganar todos los partidos. Si tengo que destacar a uno de los equipos de la parte alta, a nivel futbolístico, el rival que más me ha gustado cuando nos hemos enfrentado a ellos es el Eibar. Pero todo dependerá de cómo lleguen. La Segunda es una categoría en la que los equipos tienen rachas. Nosotros llevamos una de nueve partidos sin perder y creo que podemos alargarla hasta el final. En estos partidos todos nos jugamos muchísimo.
-Se han escapado puntos que parecían ganados. ¿Cuáles son los que más te han dolido perder?
Los del empate ante el Eibar cuando nos marcaron en la última jugada del descuento, y también ante el Burgos que, aunque no entramos muy bien, tuvimos la victoria cerca. Todos los puntos que se nos han escapado en casa ante nuestra afición son los que más me han dolido. Recuerdo también el partido contra el Leganés cuando se metieron diez en bloque bajo y no nos dejaban atacar. En casa nos hemos de hacer muy fuertes y ganar los cuatro partidos que nos quedan para después sacar un buen número de puntos a domicilio.
-Ya que me comentas esa derrota ante el Leganés, solo que hubiéramos empatado ese día, el liderato estaría a un punto…
Sí, fue una lástima porque tuvimos opciones, como también la pasada jornada cuando merecimos un mejor resultado. En Butarque hicimos muchas cosas bien en una primera parte en la que hubo la jugada del penalti; nosotros creemos que era, pero el colegiado no lo pitó. El equipo acabó muy fastidiado por esa acción, pero no nos quedaba otra que pasar página y centrarnos en ganar al Andorra.
-¿Sigue el vestuario indignado por lo que sucedió en Butarque?
No vale de nada seguir pensando en esa decisión arbitral. Hay que apartarla y centrarnos en ganar los tres puntos este domingo ante nuestra afición. En el vestuario había indignación y mal estar porque era un partido muy importante para nosotros y era una jugada que pudo haber cambiado totalmente el rumbo del encuentro. No vale la pena mirar al pasado, sino centrarnos en lo que depende de nosotros y podemos controlar.
-En cinco partidos con Manolo González han mejorado las sensaciones. ¿El equipo está compitiendo mejor que nunca?
Sí. Manolo nos ha dado mucha confianza. Es una persona que aprieta mucho al jugador, pero que siempre va de cara. Como gestor de grupo es muy bueno. Estamos intentando mejorar cosas en el apartado ofensivo, que ya teníamos antes y que ahora hemos rescatado, mientras que en el defensivo el equipo está creciendo y se está mostrando mucho más seguro.
-Esta temporada es una historia de superación, como también ha sido tu carrera, ya que te lo has tenido que currar. ¿Se valora más jugar en Primera cuando te ha costado tanto llegar?
Cierto. El descenso me fastidió mucho porque me había costado bastante alcanzar la Primera división. Cada uno tenemos nuestra historia. Jugué un año en la máxima categoría con el Mallorca y después fiché por el Espanyol, ya que era un salto importante en mi carrera. Bajar a Segunda fue un palo muy duro porque me había costado mucho llegar a Primera. Estar solo dos años y descender fue jodido. Lo intentamos dar todo, pero al final no conseguimos salvarnos. Este año no está siendo sencillo, pero nos lo hemos de dejar todo para volver a Primera lo antes posible.
-¿Lo antes posible es el ascenso directo?
Yo solo pienso en ascender de esta manera. Tengo claro que podemos lograr ese objetivo. Y lo vamos a conseguir.
*El resto de la entrevista la podrás leer en nuestra edición de papel del sábado 20 de abril. No te la pierdas