Sí, ya sé que muchos de ustedes tienen ganas de quemarlo todo. De silbar, de protestar, de armar la marimorena en la última jornada de competición regular, en el Espanyol – FC Cartagena. Yo también estoy enfadado y decepcionado con el club. Pero ¿saben qué? Que prefiero guardarme la rabia e impotencia que siento hasta que todo acabe. Porque, pese a que el objetivo no se ha logrado como nos gustaría, todavía podemos lograrlo. Y ante todo, quiero que el Espanyol esté en LaLiga EA Sports la temporada que viene.
Por eso no nos queda otra que empujar y apoyar, por más que estemos en desacuerdo y las cosas se hayan hecho mal desde el día uno. Porque hemos de coger el tren del ‘play-off’, aprovecharlo y llevar en volandas a los jugadores, ser el número 12 más que nunca. Si lo hemos hecho a lo largo de la temporada a pesar de las constantes decepciones, no vamos a dejar de hacerlo cuando estamos a dos eliminatorias de regresar a LaLiga EA Sports.
Sí, por supuesto que no ascender directos no lo quería nadie. Obviamente la temporada del Espanyol no ha estado a la altura de las circunstancias en todas las áreas que rodean al club -menos la social, donde la afición ha vuelto a demostrar ser el motor de la entidad-. Es hasta cierto punto comprensible que quieran sacar toda la bilis que llevan dentro, explotar, enfadarse con los responsables y desear que cuanto antes llegue un nuevo dueño al club, sea quien sea. Pero insisto, no es el momento.
Es el momento de unirse con el equipo. Cerrar filas con los jugadores y dejar las polémicas y toxicidades a un lado. Ya habrá tiempo para ello. Ahora lo importante es ascender. Y, por mal que les pese a muchos, los únicos que pueden hacerlo son los actuales jugadores del Espanyol. No desaprovechemos el poco poder que la afición y la prensa tenemos a la hora de lograr el objetivo. Que por nosotros no sea. Las notas, las sonrisas o lágrimas, los agradecimientos o reproches, cuando todo acabe. Pero ahora empujemos. Nos va la vida.
1 comentario
Totalmente de acuerdo con el artículo. Los primeros a unirse y no pisarse los cánticos, deberian ser los dos grupos de animación que forman la grada Canito.