Hace 27 años, el Espanyol Femenino comenzó a convertirse en uno de los líderes en la Copa de la Reina. Después de alzar la primera en 1996, en la siguiente temporada revalidó el título al vencer por 1-2 al CA Málaga en Arganda del Rey (Madrid) con los goles de Toñi de penalti y de Esther Arribas de vaselina. En esta final, las pericas no partían como favoritas, ya que el cuadro andaluz llegaba el encuentro como uno de los equipos en mejor forma y quedó por delante de las de Xavi Álvarez.
El Espanyol Femenino demostró ser claro vencedor de la Copa de la Reina al hacerse justicia por la superioridad blanquiazul. Lograron ponerse 0-2 en el marcador con los goles de de Toñi y de Esther Arribas. Después llegaría el gol del honor del CA Málaga en una final en la que las espanyolistas tuvieron que sufrir como ya ocurrió en la primera.
En la Copa de la Reina de 1997, el Espanyol Femenino salió con el siguiente once: Carmen Cristóbal, Mercè, Dolors Ribalta, Montse, Nagore, Raquel, Isabel, Esther, Torner, Esther Arribas, Susana y Toñi. Como suplentes estuvieron Sandra, Joana, Anabel y Silvia. Este equipo destacaba por su técnica, una filosofía que quiso mantener el técnico Xavi Álvarez.
Con el segundo título de este torneo en el palmarés, el Espanyol Femenino volvió a tener un reconocimiento por el Club y las autoridades. El Consejo, con Francesc Perelló a la cabeza, agasajó a las jugadoras y fueron recibidas en el Palau de la Generalitat por Jordi Pujol. También celebraron esta Copa de la Reina tan especial con la afición en Sarrià en una tarde muy emotiva -este trofeo fue en último que se presentó en Sarrià antes de que fuera demolido y el equipo masculino pasara a jugar en el Estadi Olímpic de Montjuïc-.