Feliz, emocionado y sin palabras. Así finalizó el ‘9’ del Espanyol, Alejo Veliz, el partido ante el Rayo Vallecano. Los de Manolo González se llevaron el triunfo en el 97′ con un gol del delantero que jornadas atrás lo estaba buscando. Por el momento y la situación, tanto individual como colectiva, el argentino se quitó «esa espina» que tenía de cara a puerta para darle tres puntos muy importantes a los pericos antes del parón por selecciones que les sacan de la zona de descenso.
Piel de gallina al marcar: «Era algo que venía buscando porque no se me estaba dando. Tenía una espina ahí, donde la verdad es que en seis meses no lo pasé muy bien en lo anímico. Esa responsabilidad y quizás ese mal estar mio caía en mi novia, en los míos, que son los que siempre están y por eso les regalo este triunfo, el gol y esta alegría para ellos también que se lo merecen por estar siempre conmigo».
¿El gol te reduce la ansiedad?: «Si, los goles para los delanteros son muy importantes, pero me mentalicé que no siempre quizás son rachas y no tenía suerte de cara a portería. Aun así, pensaba en aportarle todo lo que podía al equipo, para darle algo de respiro y sabía que si seguía trabajando iba a venir. Gracias a Dios ha venido y ojalá que venga con alguno más».
Confianza de Manolo González: «Nada más llegar, una de las razones por las que estoy aquí es por el míster y el cuerpo técnico. Además, hablaron conmigo y me transmitieron que desde el día cero, sin estar aquí, que iba a ser un jugador importante para él y me iba a dar la confianza que yo necesitaba, que el me veía cosas interesantes. Hay un circulo íntimo muy bueno que es lo importante. Necesitábamos esta victoria para nosotros, el vestuario, para esta alegría y para la afición que ha venido a animarnos».
Adaptación a Barcelona: «Muy contento. La verdad es que venía en busca de minutos, poder jugar, de poder demostrar y se está dando todo como quería. Así que quiero agradecerle a mi novia por estar, ayudarme y por levantarme cada vez que me caía. Tengo un sostén muy grande tanto con ella como con mi familia».
¿Cómo te has sentido al marcar?: «Ha sido un desahogo muy grande porque venía de fallar un gol en casa (contra la Real Sociedad). Lo pensé mucho y después de ese partido me costó un poco dormir, pero sabia que en cualquier momento iba a llegar y que el equipo necesitaba de mi. Gracias a Dios llegó en un momento muy importante para la alegría de todos».