Ya se han disputado cuatro jornadas ligueras y hemos visto todas las caras posibles del Espanyol. La peor en la primera parte disputada en Valladolid, la mejor y más competitiva ante el Atlético de Madrid y la hasta cierto punto afortunada con la victoria ante el Rayo Vallecano cuando el duelo ya languidecía. Y a excepción de en la primera, los demás partidos (incluido el de la Real Sociedad) tienen algo en común: el buen hacer de la columna vertebral formada por tres incorporaciones: Marash Kumbullah, Alex Kral y Alejo Veliz.
Un jugador por línea que marca la diferencia. Marash Kumbulla ha aportado tranquilidad y saber estar al eje de la zaga, además de atrevimiento con el balón en los pies; no le quema la pelota a uno de los jugadores más altos de la plantilla (1’91 centímetros). El albanés ya ha compartido central con Leandro Cabrera, Fernando Calero y unos minutos con Sergi Gómez, y siempre ha sido uno de los destacados sin hacer ruido.
En cuanto a Alex Kral, el checo está siendo una de las sensaciones hasta el momento. A pesar de que contra el Rayo Vallecano no estuvo a su mejor nivel, se puso las pilas tras el descanso y volvió a dejar muestras de su calidad. Omnipresente en el campo, atento al corte y con buen trato de balón, sorprende por su gran zancada y su capacidad de abarcar diversas zonas del verde.
Y en ataque, Alejo Veliz. El delantero argentino ha sido el único de los tres que ha sido titular en todas las jornadas; Kral empezó en el banquillo en Valladolid y Kumbulla no era jugador del Espanyol antes del duelo contra la Real Sociedad. El canterano de Rosario Central se desgasta sobre el rectángulo de juego, va bien por arriba y se pega con quien se tenga que pegar. Solo le estaba faltando el gol, y ante el Rayo Vallecano llegó con, para más inri, la participación indispensable de otras de las dos incorporaciones blanquiazules: Irvin Cardona y Walid Cheddira.
A los tres jugadores citados, hay que sumarle un bonus track. Otra incorporación que también está sorprendiendo y que, a pesar de llegar para cubrir una plaza tan específica como el lateral izquierdo, ya ha jugado en otra bien diferente: el interior. Carlos Romero goza de la confianza de Manolo González y, jugando en el centro del campo y dejando toda la banda para Brian Oliván, logró el gol del empate frente a los franjirojos.
Ellos forman la nueva columna vertebral del Espanyol. Un albanés, un checo y un argentino. No, no es un chiste: son los hombres en los que más está confiando Manolo González, jugadores que llegaron al Espanyol para reencontrarse con su mejor versión y hacerse valer. Lo han hecho en solo cuatro jornadas, en las que de paso han enamorado a la afición perica.
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Ojalá no tengamos muchas lesiones y sigamos en esta fase ascendente