El Espanyol regresa al RCDE Stadium para medirse a un RCD Mallorca en un buen momento. Las dos caras de la moneda en un mismo escenario con urgencias para un equipo perico que se encuentra dos puntos por encima del descenso y la tranquilidad de los bermellones, con 14 unidades y sextos en la tabla.
Las sensaciones del Espanyol, a pesar de las últimas tres derrotas, son positivas. Los tres encuentros en los que el equipo ha caído entraban en las quinielas, ya que han sido contra rivales europeos. Pero eso no quita que hay situaciones que se puedan haber evitado. Y Manolo González tiene muy claras cuáles son.
Los problemas a balón parado son uno de los principales quebraderos de cabeza para Manolo González. El entrenador del Espanyol sabe que hay que cortar de raíz una situación que en estas primeras jornadas ya ha generado dos goles en contra –Deportivo Alavés y Villarreal CF– y en el último duelo en el RCDE Stadium ante el cuadro castellonense un centro lateral en contra, primo hermano del balón parado, acabó en el larguero. De cara al duelo contra el RCD Mallorca cuenta con la baja de uno de los baluartes de cara a cortar este tipo de acciones, Leandro Cabrera.
Esta situación del juego no es la única que preocupa a Manolo González. En la previa del duelo ante el Real Betis indicó que otro aspecto en el que se debía mejorar es en las transiciones defensivas, situación en la que también han llegado tantos en contra, con Álvaro Aguado como principal señalado. También en este aspecto cuenta con una importante baja, la de un Javi Puado que este curso está multiplicando su trabajo en las ayudas.
Dos problemas capitales y claramente reconocidos por el míster que hay que cortar cuanto antes para no meterse en problemas. Después de tres derrotas seguidas, hacerlo ante el RCD Mallorca, a pesar de su buen momento, es capital.