Omar El Hilali está haciendo una temporada casi perfecta en la vuelta del Espanyol en Primera división. En tan solo 12 jornadas, el canterano se mantiene como el jugador de campo con más minutos, 1.043 y su personalidad y compromiso le han convertido en un jugador importante para Manolo González. Con tan solo 21 años, está viviendo un sueño con su club, pero sigue siendo el mismo, ese chico tan familiar del barrio de Santa Eulalia que se siente orgulloso de sus raíces, quiere darle la vida que se merecen a sus padres y triunfar con el Espanyol con el que le gustaría ganar algún título.
Ahora, en el primer equipo, Omar El Hilali aprovecha todas las oportunidades dándole mucho valor a lo que está viviendo. Debutó con 17 años con el Espanyol en Segunda división y en una entrevista en ‘La Vanguardia’ recordó que «es muy difícil llegar. En el juvenil estuve solo un año, pero en el filial hubo una época que no lo tenía claro y me planteé salir».
En su segundo año en la élite ha tenido que parar a jugadores como Viníciuis Jr. y Raphinha. En el derbi, Omar El Hilali, le puso las cosas difíciles al jugador culé porque «¡no le iba a poner una alfombra roja! Que un extremo me diga ‘déjame en paz’ o ‘qué pesado’, es que lo estoy haciendo bien. Me gusta mucho la pillería de meterle un poco al extremo para que sepa que le va a costar entrar por mi banda».
En la temporada del regreso a Primera división, son hasta siete los canteranos que forman parte del primer equipo (Joan Garcia, Javi Puado, Jofre Carreras, Pol Lozano, Antoniu Roca y Àngel Fortuño). A ellos hay que sumarle a Omar El Hilali que uno de sus compañeros es especial para él y al que reconoció como su amigo: «Con algunos hemos crecido juntos. Crecí siendo recogepelotas de Javi Puado y le pedía fotos. Jugar con un amigo hace que tu confianza sea diferente. En el campo se nota mucho».
El ’23’ blanquiazul siempre ha estado aconsejado por los suyos. No lo ha tenido fácil y todo le ha llegado gracias a su trabajo. Su relación con el fútbol le llegó de «mi familia. Al final somos seis hermanaos y todos hemos jugado. Mi padre jugaba en Marruecos, supongo que me viene de sangre», explicó Omar El Hilali. Desde los cuatro años el canterano ha estado ligado a un balón y uno de sus recuerdos es que «en el primer entrenamiento me castigaron por portarme mal. Ya iba con demasiadas ganas».
Una de las cosas que hace especial a Omar El Hilali es su picardía en el campo. A parte jugar al fútbol en un club, también lo practicaba en la calle. Recordando esta etapa, el canterano comentó sobre ello que «(jugaba) en plazas, parques… te echaban broncas por jugar donde no debías, venía la Policía… [entre risas]. A mí me sirvió para tener esa pillería de la calle». El Espanyol fue el equipo que apostó por el lateral y su compromiso es intacto ya que llegó a rechazar al FC Barcelona: «Cuando firmé por el Espanyol con 13 años tuve también una oferta del Barça. No tenía ni idea de clubs y me guié por mis padres. Me dijeron que el Espanyol era donde tenía más futuro y no me arrepiento».