Dos goles por partido. Esa es la media de tantos que ha recibido el Espanyol en las primeras 13 jornadas ligueras. Son 26 goles en total los que ha encajado Joan Garcia, uno menos que el colista Real Valladolid, una cifra preocupante más allá de las malas sensaciones dejadas por el equipo en Girona. En una proyección hasta final de temporada, si el equipo sigue con estos registros acabaría la temporada con 76 dianas encajadas. Peor que las 74 recibicas en la campaña 2015-16 con la dúpla Pau López-Giedrius Arlauskis.
Por ello es tan importante cerrar la portería. Tantos goles en contra solo son aguantables con una buena cantidad de tantos a favor, y el Espanyol tampoco está resultando excesivamente brillante en esta faceta. Además, de los 26 tantos encajados, la mitad de ellos, 13, han llegado en las últimas cuatro jornadas. Es decir, que los blanquiazules han encajado contra Athletic Club, Sevilla CF, FC Barcelona y Girona FC los mismos goles que en los primeros nueve partidos ligueros.
El Espanyol de Manolo González, que desde la llegada del lucense al banquillo se caracterizaba por su fortaleza defensiva (recibió tan solo siete dianas en los 16 encuentros que dirigió al primer equipo el pasado curso, 0,43 goles por duelo), empezó la campaña tratando de mantener los cimientos atrás y solo recibió dos tantos en las primeras tres jornadas. El preparador perico sabe que los equipos se empiezan a trabajar desde atrás, con lo que debe recuperar cuanto antes la versión de los primeros días. Es clave hacerlo cuanto antes para salir de la zona baja… y que el lucense mantenga el puesto.