Si se esperaban mínimos movimientos en el mercado invernal, la Junta General de Accionistas dejó cristalino que la entidad no tiene músculo financiero para acometer ninguna incorporación. Uno de los equipos con más números de bajar de categoría no puede reforzar su limitada plantilla para paliar las carencias. No creo que deba de estar contento un Manolo González que, viendo la situación, ya ha comenzado a tocar la cresta a alguno de sus jugadores en público.
Los pericos están en descenso, por el momento. Pero aunque no lo estuvieran, se antoja complicado que una escuadra que lucha por la permanencia acabe quedándose en la categoría si no logra mejorar el equipo. Y, aunque «la historia nos ha demostrado que invertir mucho en jugadores no garantiza nada» como dijo Mao Ye, en un equipo que está en la zona baja, que no ha convencido en sus partidos, es de vital importancia buscar un salto de calidad. Al menos, intentarlo. Si no, Manolo tendrá poco que hacer y vendrá el arrepentimiento. También entrará Fran Garagarza para pincelar la mejor plantilla posible.
Las dos puntas de lanza no han rendido (un gol entre los dos arietes). Salvo Marash Kumbulla y Alex Král, los fichajes no han elevado el nivel de la plantilla; al menos eso ha mostrado su rendimiento. Y me parece totalmente normal que Manolo esté cansado. La primera cabeza en rodar es la del entrenador; él seguro que lo sabe, pero son sus jugadores quienes dictaminarán su suerte y quienes, junto a las decisiones del lucense, más o menos acertadas, han llevado al equipo a esta situación. Él es quien se juega el puesto y quien depende de unos jugadores que no han sabido sacar jugo de sus prestaciones. O no dan para más, que sería aún más preocupante.
La plantilla del Espanyol es de las peores de la categoría. Está claro. Y que Mao Ye sentencie, de una manera preocupantemente tranquila, que «siempre hay riesgos, pero los asumimos con los recursos que tenemos para reforzar el equipo en verano. Sería temerario reservarse en verano y no hacer el máximo esfuerzo«, asusta. Lo temerario sería no volver a acudir al mercado de fichajes para reforzar la plantilla. Para eso hay dos ventanas, para acudir en verano y en invierno; ese es el trabajo. Repartir. ¿Se trabaja en verano, se hace el máximo esfuerzo y ya paramos? No lo veo claro.
1 comentario
Muy buen artículo que se deberian grabar en la cabeza los responsables técnicos de nuestro club.