Nadie duda de que Espanyol y Mallorca son dos clásicos del fútbol español y asiduos en la máxima categoría (los pericos, obviamente, con un historial más larga). Los antecedentes de duelos entre ambos equipos se remontan hasta eliminatorias de Copa del Rey a principios de los años 30, mientras que el primer choque que disputaron en Primera fue en 1960. Sin embargo, no ha sido hasta hace pocos años cuando se generó una intensa rivalidad entre ambos equipos, a raíz de la lucha por el ascenso en Segunda durante la temporada 2020-21.
Antes de rememorar ese intenso duelo que tuvo como protagonistas en los banquillos a Vicente Moreno y Luis García Plaza, es necesario hacer un inciso histórico. Quizá el duelo entre Espanyol y Mallorca que se vivió más al límite fue el de la promoción de ascenso a Primera en la campaña 1962-63 cuando fue necesario un partido de desempate que se decidió con un gol de los pericos a cargo de Idígoras y que permitía a los de Heriberto Herrera volver a la máxima categoría, condenando al Mallorca al descenso.
Segunda promoción
En 1989 se repitió duelo en la promoción, pero en este caso era el Espanyol el que defendía su permanencia y el Mallorca el aspirante a subir. A los pericos les salió cruz esta vez, ya que el 2-0 en el Lluís Sitjar anuló la victoria por la mínima que se había logrado en Sarrià con un tanto de Golobart. Gabriel Vidal fue el autor en el 93’ del tanto que enviaba al Espanyol a Segunda.
Son recuerdos que quizá solo quedan ya en la memoria de los aficionados pericos de cierta edad, pero lo que seguro que recuerda todo el mundo es la rivalidad que se generó entre ambos equipos hace apenas cuatro años, cuando luchaban por el ascenso a la élite en la 2020-21.
Ese verano el Espanyol apostó por Vicente Moreno como nuevo técnico del conjunto perico arrebatándoselo al Mallorca, que deseaba la continuidad del de Massanassa pese al descenso desde Primera. Su sustituto en Son Moix fue Luis García Plaza, que tenía la difícil tarea de hacer olvidar la figura de un Moreno que había llevado al Mallorca de Segunda B a la máxima categoría.
La temporada acabó con los dos equipos volviendo a la élite, con el Espanyol como campeón de Segunda y el Mallorca justo por detrás. Fue clave el triunfo perico en Son Moix, con goles de Puado y Dimata (1-2), mientras que en el RCDE Stadium no se pasó del empate sin goles en la primera vuelta.
Morbo en los banquillos
Además de sobre el verde, la rivalidad entre Espanyol y Mallorca se sintió también en los banquillos, con declaraciones cruzadas en rueda de prensa de Vicente Moreno y García Plaza. El actual técnico del Alavés se acabó convirtiendo en una especie de villano perfecto para todo el espanyolismo.
Ese morbo siguió la temporada siguiente en Primera. En la jornada 3, ambos equipos se vieron las caras en Son Moix, con victoria de los baleares (1-0). Tras el encuentro, García Plaza dijo que “con Vicente (Moreno) no tengo relación, como con el resto y los demás entrenadores”. Para más inri, cuatro meses después ambos equipos coincidieron en los octavos de final de la Copa del Rey (2-1 para el Mallorca a partido único). Ahí, el cruce de declaraciones fue más intenso. En la previa del choque, el del Mallorca dijo al ser preguntado sobre si le daría la mano a Moreno: “Depende de él, de si gana o pierde, la última vez cuando ganó se quedó y la otra, cuando perdió, se fue”. El técnico del Espanyol respondió, en referencia a lo que había pasado en un choque previo: “Preguntadle luego y si dice que no le di la mano y felicité dentro sería mentira o mala intención”
Ni uno ni otro están ya en los respectivos banquilllos, pero en cierta manera la rivalidad de esos días ha quedado.