Muchos entrenadores han estado cerca del banquillo del Espanyol pero finalmente no se han sentado en él. Uno de ellos es José Bordalás. El actual entrenador del Getafe , un José Bordalás que vive su segunda etapa en el banquillo azulón, también ha sido una opción muy seria para ser el míster perico. Y no en una ocasión, sino en dos.
Fue en la misma campaña, la del último descenso a Segunda división (2022-23). Bordalás estuvo en la terna junto a Javi Gracia y Diego Martínez, siendo finalmente este último el escogido. Diez meses después, el vigués fue destituido por malos resultados y el nombre del hoy preparador del Getafe volvió a salir a la palestra, pero Domingo Catoira apeló al sentimentalismo y dio las llaves del equipo a Luis García.
En ambos casos, Bordalás estaba sin equipo después de ser destituido como entrenador del Valencia al término de la temporada anterior a pesar de haber finalizado el curso con el conjunto che en la zona media de la tabla, noveno con 48 puntos, y haber llegado a la final copera, donde el cuadro de la capital del Túria cayó en la tanda de penaltis (5-4) ante el Betis. El alicantino, que firmó por dos temporadas, tan solo cumplió una al ejecutarse la rescisión unilateral que firmaron ambas partes a la hora de la redacción del contrato, pagando la parte ejecutora 700.000 euros.
Era el plan B antes y después de Diego Martínez
En la temporada 2022-23, el Espanyol buscaba asentarse en Primera división después del ascenso del pasado curso con un Vicente Moreno que no acabó la campaña; el preparador del filial, Luis Blanco, dirigió los dos últimos partidos ligueros. Y para tratar de aportar regularidad y equilibrio deportivo, el entonces director deportivo del Espanyol, Domingo Catoira, tenía tres nombres sobre la mesa: Javi Gracia, José Bordalás y Diego Martínez. Gracia fue el primero en caer debido a sus altas exigencias económicas, con lo que la cosa iba a estar entre el preparador que se había hecho un nombre al hacer historia con el Getafe o el que había conseguido meter al Granada en Europa por vez primera en el curso 2019-20.
Después de haber cobrado la indemnización del Valencia, a Bordalás no le urgía sentarse de nuevo en un banquillo, mientras que Diego Martínez llevaba un año en blanco y le empezaba a picar el gusanillo. El gallego era el preferido, pero había un problema: el Sevilla también buscaba entrenador ante las dudas con su técnico, Julen Lopetegui. El hecho de haber pasado por la entidad hispalense, siendo míster de su Juvenil A (temporada 2011-12) y del Sevilla Atlético (2014-15 a 2016-17), hacia que le pesara el interés del club andaluz y su respuesta a la propuesta perica se hiciera esperar. Por ello, la opción Bordalás no era simple palabrería y, si fallaba Diego Martínez, el Espanyol se lanzaría a por él. Finalmente, Lopetegui continuó como entrenador del Sevilla y el ahora preparador de Las Palmas firmó por el cuadro blanquiazul.
Tirando de corazón y sentimiento
Diego Martínez fue destituido pasadas 27 jornadas, después de cuatro derrotas consecutivas y de que el Espanyol entrara en descenso directo. Y la dirección deportiva volvió a ponerse manos a la obra en la búsqueda de un entrenador que revirtiera la situación. El nombre de la opción B el verano anterior, José Bordalás, volvió a sonar con fuerza, aunque finalmente se apostó por un entrenador con poca experiencia pero que apelaba al sentimentalismo, la unión y el ‘sí se puede’: Luis García.
El asturiano no pudo salvar al equipo del descenso y el último partido como local que ganó el Espanyol ese curso fue ante un Getafe (1-0) que ese duelo estrenó entrenador: José Bordalás. Tras ese triunfo, el cuadro azulón cayó a la penúltima posición con 31 puntos, los mismos que un Espanyol que estaba una plaza por encima. Pero el Getafe, a diferencia de los blanquiazules, hizo un gran ‘rush’ final logrando 11 puntos de 18 posibles y cerrando su portería –recibió tan solo tres goles en las últimas seis jornadas–, la gran fortaleza de los equipos de Bordalás, y logró la permanencia con dos puntos de ventaja sobre las plazas de descenso. El alicantino sigue en el banquillo madrileño más de año y medio después esa derrota en el RCDE Stadium, mientras que el Espanyol ha tenido tres entrenadores en este periodo.