Aina Duran está cerca de volver con el Espanyol Femenino. La canterana blanquiazul de 21 años ha sufrido la cara más amarga del fútbol, pero comienza a trabajar para su vuelta a los terrenos de juego y poder volver a vestirse de corto. Ha adelantado su pretemporada, las de Sara Monforte regresan el 16 de julio a la rutina, para empezar haciendo carrera continua tras sufrir una lesión de gravedad: una rotura de ligamento cruzado y menisco, que la mantiene alejada del balón desde el mes de diciembre de 2024. Están siendo unos meses duros, de mucho esfuerzo, sacrificio y constancia, pero el último tramo del camino ya ha llegado.
La recuperación de la mediocentro está siendo posible gracias al trabajo conjunto con los servicios médicos del club, pero, sobre todo por el apoyo de sus compañeras, del primer equipo y el filial, y el cuerpo técnico. Aina Duran, también ha tenido el respaldo del vestuario en todo momento, y prueba de ello es que una de sus primeras carreras las ha hecho acompañada de Mar Torras, que no ha dudado en mostrarse su soporte y orgullo en redes sociales: «La alegría de volver a correr. Contigo».

Una estrella con futuro para la medular
Aina Duran, criada en el fútbol base perico, ya sabe lo que es jugar en la Liga F. Lo vivió la temporada pasada, ante el Costa Adeje Tenerife (0-0) en la CE Dani Jarque dejando el sello de ‘La21’ en la élite. El año del ascenso, en el curso 2023-24, Juan Ignacio Ibarra apostó por empezar a darle protagonismo y la de Girona pudo anotar dos goles en casa, uno de ellos siendo muy especial: el primero fue para remontar y darle tres puntos al Espanyol Femenino ante el CE Europa (2-1). El segundo fue ante la Fundación Albacete (2-0) para sentenciar el partido.
Desde juveniles, la ’30’ perica defiende los colores blanquiazules y lo seguirá haciendo hasta el 30 de junio de 2026 después de renovar. Tras una temporada dura, el club sigue apostando por Aina Duran, que es uno de los mayores talentos para la medular perica. Esta campaña será algo diferente para la canterana, ya que su vuelta a la normalidad dependerá de su evolución. Aun así, la lucha diaria y el trabajo en silencio seguirán siendo los fundamentos básicos para que vuelva más fuerte y ejemplificar que «una Perica nunca se rinde».