Fue uno de los refuerzos estrella del Espanyol B la campaña 2020-21. Llegado procedente del Watford, se tenían muchas esperanzas puestas en Juan Camilo Becerra, delantero que con 22 años tenía que aportar gol y experiencia al filial. Es más, la primera vez que se puso la camiseta blanquiazul fue en un amistoso del primer equipo en la pretemporada realizada en Marbella; a Vicente Moreno le faltaban delanteros y tiró del colombiano. Pero desde entonces, todo fue a menos hasta que ha expirado su contrato. Se marcha libre.
En su primera temporada en el filial, Juan Camilo Becerra anotó 11 dianas. Con una edad para tenerlo en cuenta en el primer equipo, se le veía todavía verde y se optó por cederlo a la SD Ponferradina, donde apenas gozó de minutos. A media campaña, se decidió romper el préstamo con el conjunto del Bierzo y firmó por el Nàstic, donde vivió una situación similar. Es más, el por entonces técnico grana, Raúl Agné, llegó a decir que para jugar en su equipo “Becerra debía perder unos kilos”. Ese curso solo jugó 327 minutos repartidos en 15 duelos jugados con dos equipos y solo marcó un gol.
Le restaba un año de contrato con el Espanyol, y el club blanquiazul intentó buscarle destino, pero sin éxito. Los más de 100.000 euros anuales que se embolsaba eran un problema para cualquiera que mostrara interés en Becerra, que finalmente se quedó. Esta campaña, ya mayor de sub-23 y con ello sin opción de ascender al primer equipo -porque si lo hacía ya no podía regresar al filial- ha marcado ocho tantos en 32 partidos y se ha sentado en el banquillo más veces de las esperadas.
Fue el primero en despedirse a los pocos días de acabar la campaña. Mediante sus redes sociales, Juan Camilo Becerra dijo adiós a un club que le dio la oportunidad que no supo aprovechar. El colombiano ha costado dinero al club, más del que nos podemos imaginar; se pagó un traspaso al Watford por sus servicios por un montante que nunca conoceremos, pero que bajo no fue.