La selección brasileña de fútbol, encabezada por Vinícius Jr., visitó de negro por primera vez en sus 109 años de historia, en el amistoso ante Guinea celebrado en el RCDE Stadium (4-1), como protesta en contra del racismo en el fútbol. Esto se llevó a cabo debido a los insultos racistas que ha sufrido el delantero del Real Madrid en diferentes campos de LaLiga española, el último el pasado 21 de mayo en Mestalla.
El RCDE Stadium lució carteles y se pudieron ver gestos en contra del racismo. En los marcadores del feudo perico se pudo ver el lema del encuentro: #ComRacismoNaoTemJogo. También en las pantallas a pie de campo se podía leer “el racismo es crimen” y “vamos a expulsar el racismo”, y antes de que comenzase el partido se guardó un minuto de silencio.
Se pudo ver como los jugadores de Brasil hincaban la rodilla y los de Guinea se sentaron. Todo ello como gesto para continuar con la lucha contra el racismo antes de que empezara a rodar el balón. En la segunda mitad, la canarhinha volvería a su vestimenta habitual con la camiseta amarilla y pantalón azul.
El objetivo del amistoso era dar visibilidad a la campaña en contra del racismo y el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, manifestó que “el fútbol, la sociedad en su conjunto no pueden seguir tolerando el racismo. Hemos elegido España para jugar este partido por una razón emblemática”.
Además, Vinícius Jr., que lució el dorsal 10 ante la ausencia de Neymar y anotó uno de los cuatro goles de Brasil, aseguró en la previa del encuentro que seguirá “firme en la lucha contra el racismo por los jóvenes y por todas las personas que lo sufren y no tienen” voz.