La última década de los 90 estuvo marcada en el fútbol español por la llegada masiva de jugadores rusos. Victor Onokpo, Dimitri Cheryschev, Valery Karpin o Aleksandr Mostovoi eran las estrellas del campeonato español durante esos años, aunque uno de los primeros clubes en apostar por futbolistas de dicha nacionalidad fue el Espanyol. Los compañeros de ‘Relevo’ han hablado con Iñaki Urquijo, responsable del aterrizaje de los jugadores rusos en el fútbol español. Y como no, también de los cuatro que llegaron al club perico en invierno de 1991: Andrei Moj, Dimitri Galiamin, Igor Korneiev y Dimitri Kuznetsov.
Eran años complicados para la recién desintegrada Unión Soviética, ya que le siguió un golpe de estado en Rusia. Ello generó que el deseo de todos los futbolistas del país fuera marchar al extranjero, algo que facilitó Iñaki Urquijo. Este representante, que llegó a Rusia a finales de los 80 “en busca de negocios de importaciones porque había expectativas de cambio y era una oportunidad”, encontró en el fútbol un gran filón. “Con el comunismo todo estaba centralizado, no salían jugadores al exterior, no tenían representantes y los dirigentes ni siquiera pensaban en hacer negocio”, afirma Urquijo, que comenzó a acercarse a dirigentes de CSKA y Spartak Moscú, en ‘Relevo’.
¿Cuál fue la relación con el Espanyol? El entrenador perico, Javier Clemente, que tenía trato con Urquijo. Con un cuadro perico en la zona baja de la tabla y coqueteando con el descenso en Navidad, el técnico de Barakaldo llamó al representante. “A ver si me encuentras algún jugador”, le comentó Clemente. Dicho y hecho; el agente tenía claro a qué futbolistas vestir de blanquiazul.
Tres años, un descenso y un regreso a Primera división
Urquijo nunca dudó de los jugadores que tenían que marchar al Espanyol: Moj, Galiamin, Korneiev y Kuznetsov. “Los conocía bien. Estaban en Milán jugando la Champions con el CSKA. Me fui para allí y en unas horas estaba todo listo”, rememora Urquijo, que se puso en contacto con el por aquel entonces secretario de estado de Cooperación, Inocencio Arias, para tramitar los permisos laborales y los visados. “Le llamé y me lo solucionó cagando ostias”. En “48 horas”, nada que ver con un Vasyl Rats que jugó en el Espanyol en la temporada 1988-89, todavía con nacionalidad de la URSS -nacido en la actual Ucrania-. “Me contó Clemente que habían tardado ocho meses en traerle”, explica Urquijo a ‘Relevo’.
Así empezó la historia de los único cuatro futbolistas rusos que ha tenido el Espanyol en su historia, negociando los contratos y firmándolos junto al presidente blanquiazul, Julio Pardo, en un hotel de la Via Laietana, tal y como se comenta en el digital citado.
Andrey Moj fue uno de los primeros en hacerse con la titularidad, pero el que menos duró en el Espanyol: fue bastante protagonista durante campaña y media antes de marchar al CD Toledo. Dimitri Galiamin gozó de galones en la 1993-94, curso del regreso a Primera división, y se fue al AD Mérida; Igor Korneiev fue quizás el que tuvo más impacto a lo largo de las tres campañas que vistió de blanquiazul, anotando 21 dianas, antes de marcharse al FC Barcelona; y Dimitri Kuznetsov es el que más tiempo estuvo, viviendo tanto el descenso como parte del curso del regreso a la élite antes de fichar por la UE Lleida. La comitiva rusa se mantuvo tres años en el Espanyol, con un descenso y un ascenso entre sus logros.
Quizás ninguno de ellos ha dejado gran huella en el recuerdo perico, aunque siempre van a ser los primeros rusos que aterrizaron en la liga española tras el desmembramiento de la URSS y los que abrieron la veda a la llegada al campeonato de más compatriotas. También, de momento, los únicos cuatro rusos que han vestido la camiseta del primer equipo del Espanyol. Curiosamente y por las circunstancias, a la vez.