Una larga cola de aficionados pericos aguardaba pacientemente a que abrieran las puertas de la CE Dani Jarque para poder saludar a sus ídolos. Tras media hora de entrenamiento a puerta cerrada, el Espanyol abrió el acceso a sus instalaciones y unos 600 parroquianos blanquiazules fueron cogiendo sitio en la tribuna y en la grada lateral. La lluvia de estos últimos días dio una tregua para que la afición del Espanyol pudiera disfrutar del entrenamiento a puerta abierta de los de Manolo González.
Incluso el sol apareció a ratos para poner luz a una sesión diferente, en la que cada buena jugada, gol y parada de mérito eran aplaudidas, a pesar de que la Semana Santa hizo mella y no se vieron las gradas de la CE Dani Jarque tan llenas como en anteriores entrenamientos a puerta abierta. Los aficionados del Espanyol, eso sí, se quedaron con las ganas de ver a Martin Braithwaite, que no se ejercitó con el resto de sus compañeros y sigue siendo duda para el duelo ante el Burgos CF. Tampoco estuvo Ian Forns ni Ángel Fortuño, pero sí Rubén Sánchez y Fernando Calero, además de los jugadores del filial Iker Venteo, Kenneth Soler y Gastón Valles.
Tras el entrenamiento, de una hora y media de duración, los jugadores hiciron las delicias de los más pequeños y no tan pequeños firmando autógrafos y haciéndose fotografías con ellos en la grada lateral. Uno de los más aclamados fue el míster, Manolo González, que se dio un baño de masas y recibió multitud de mensajes de cariño. De los más queridos fue, una vez más, Keita Balde.
Jornada necesiaria aprovechando la unión de afición y equipo. Quedan diez jornadas para la conclusión del campeonato regular de LaLiga Hypermotion y esta jornada de puertas abiertas ha de servir para unir todavía más al Espanyol. Es necesario.