FC Barcelona – Espanyol. Vuelve el derbi y lo hace en un fin de semana donde el fútbol ha pasado a un segundo plano por la DANA que ha arrasado en Valencia y en el que, quizás, lo más sensato hubiera sido aplazar toda la jornada. Contagiados por una tragedia que nos ha dejado helados, el derbi llega sin la tensión, crispación, rivalidad y pasión de antaño, pero con la nostalgia de lo que eran, y cómo se vivían, estos partidos no hace tanto tiempo. Durante la semana no se han visto ni cruces de declaraciones. Nadie ha calentado nada. La sensación es como si fuera un partido más. Y es que los dos conjuntos llegan en situaciones deportivas y anímicas muy distintas. Pero en un derbi puede pasar de todo, aunque ha llovido, y mucho, desde la última vez que el Espanyol logró ganar al Barça en un partido liguero.
Se cumple una década y media sin hacerlo, con lo que aún no ha sido capaz de conseguirlo en la era Chen Yansheng ni desde que en agosto de 2009 inauguró su nuevo campo en Cornellà. Pero sí que lo hizo en Montjuïc, donde se impuso en dos ocasiones al conjunto culé.
Volver a ‘casa’
El Espanyol volverá a jugar en Montjuïc 15 años después de dejar la que había sido su ‘casa’ durante 12 temporadas. Y lo hace en una situación complicada, como también fue esa última campaña en el Estadi Olímpic en la que el equipo tuvo tres entrenadores y parecía un claro candidato al descenso. Ahora regresan a Montjuïc (domingo, 16.15h) con la ilusión de firmar otra reacción, tras haber perdido cinco de las seis últimas jornadas, aunque siendo conscientes de que no será fácil, ya que delante tendrán a un rival que llega en un gran momento y reforzado moralmente tras su última victoria en Madrid.
Con lo justo en el centro del campo
El partido de Copa del Rey ante el San Tirso SD ha dejado muy poco tiempo al Espanyol para preparar el derbi, ya que los dos encuentros estaban separados por menos de 72 horas, mientras que el Barcelona está disfrutando de una de las pocas semanas limpias en lo que va de temporada para poder preparar el partido. Esta situación ha obligado a cuidar todos los detalles, pero en la recta final del encuentro copero la lesión de Pol Lozano trastocó todos los planes de Manolo González de cara al derbi. El ‘10’ blanquiazul sufrió una rotura en el isquiotibial de la pierna derecha que le dejará un par de semanas fuera de los terrenos de juego. Será baja ante Barça y Valencia, y podría reaparecer contra el Girona después de un nuevo parón internacional.
A la baja de Pol Lozano se le añade a última hora la de José Gragera. El asturiano, que ha entrenado esta semana con el grupo, parecía recuperado de su golpe en el tobillo, pero no ha sido así y se no estará en el derbi como confirmó Manolo González en la previa del partido. Al técnico se le presenta un serio problema en la medular ante la falta de efectivos. Alex Král y Álvaro Aguado tienen muchas opciones de formar pareja en el doble pivote.
No se esperan grandes sorpresas en el once
El partido copero nos dejó detalles interesantes de cara al posible once en Montjuïc. Joan García, Álvaro Tejero, Leandro Cabrera, Carlos Romero, Walid Cheddira y Javi Puado no tuvieron minutos con lo que los seis podrían salir de inicio, al igual que Marash Kumbulla y Jofre Carreras que no viajaron; el canterano se quedó en Barcelona por un golpe que no le impedirá estar en el derbi. Omar El Hilali y Král, que entraron en la segunda parte, también serán titulares. Ante esta situación, todo hace indicar que los diez serán fijos para Manolo González y solo quedaría decidir quién estará en el doble pivote junto a Král. Un posible once que solo presentaría una novedad con el que perdió la jornada pasada ante el Sevilla, que sería la entrada de Carlos Romero en el sitio de Brian Oliván.