Con el blanco y el azul grabado en el alma, Carla Sánchez, central del Espanyol Femenino B, no ha querido cerrar su etapa en el club perico sin despedirse de la entidad. Después de 15 años le toca decir adiós y emprender nuevos retos, pero el conjunto espanyolista siempre será su casa porque reconoce que le ha dejado una huella imborrable tanto a nivel profesional como personal.
«Han sido muchos años de trabajo, compromiso y amor por este escudo», ha transmitido la capitana, quién no ha dado en expresar su gratitud: «Estoy profundamente agradecida a todas las personas que me han acompañado en este camino: compañeras, entrenadores, fisios, médicos, personal del club, afición… Gracias por estar ahí en cada etapa, en cada caída y en cada celebración».
Carla Sánchez ha querido compartir las emociones que siente en este cambio tan importante en su vida recordando sus inicios: «Llegué con ilusión de crecer como jugadora, con sueños y ganas infinitas y me voy con una mochila llena de aprendizajes, recuerdos imborrables, momentos de felicidad y también lucha».
La canterana cuenta con una historia de superación a sus espaldas, tras sobreponerse a tres roturas de ligamento cruzado en la rodilla y volver a pisar el verde después de superar estos duros desafíos. Orgullosa de su lucha diaria y constancia, la ‘21’ perica ha afirmado que «he tenido que hacer esfuerzos, especialmente en los momentos más difíciles y duros como con cada una de las lesiones, pero cada paso ha merecido la pena».
La jugadora formada en la CE Dani Jarque se despide con el objetivo cumplido de haber ascendido con el filial a la 2ªRFEF Femenina. Así, finaliza su carta más difícil de escribir asegurando que «cierro una etapa muy especial en mi vida, pero lo hago con el corazón lleno». El Espanyol siempre será importante para Carla Sánchez, ya que la central de Terrassa ha confesado que «este club me ha visto crecer, me ha formado como jugadora y, sobre todo me ha hecho ser la persona que soy».