El partido de este sábado 23 de noviembre en Montilivi será especial para David López. El excapitán del Espanyol se volverá a reencontrar con su equipo, después de la pretemporada, algo que le hace muy ilusión a la vez que le despierta esos sentimientos que le hacen recordar los años que defendió la blanquiazul. La salida del central no fue la mejor, pero siempre guarda un buen recuerdo del club que le dio todo.
Después del parón, el conjunto perico visitará al Girona FC en Montilivi y para David López jugar «contra el Espanyol siempre es especial y complicado por lo emocional», aseguró el de San Cugat a los compañeros de ‘La Vanguardia’. A sus 35 años, el defensa sigue siendo importante para Michel Sánchez con el que tiene la papeleta de titular. Esta temporada, esta posición se ha rejuvenecido, algo que le hace sentirse «cómodo, aunque la parte física es exigente». Por eso, comentó que «me debo preparar bien, pero tengo ganas de jugarlo».
El Espanyol llegará al partido en una situación impropia. Después de casi tres semanas sin competir, los de Manolo González han caído al descenso sin jugar, pero empatados a puntos con el Getafe CF que marca la zona de salvación. No ha sido un inicio sencilla para los pericos que aun así, para David López «es de admirar la plantilla que ha hecho. Pintaba mal, por lo económico, pero es un equipo difícil. Se salvarán. Manolo González lo está haciendo muy bien».
David López es fiel seguidor del Espanyol. Celebró el ascenso sin perderse ningún partido. Coincidiendo con sus vacaciones «seguimos el ‘play-off’. Fue muy sufrido, pero merecieron subir». El ahora seguidor del Girona FC continúa recibiendo ese cariño de la afición perica porque el propio defensa desveló que «me envían constantemente mensajes de apoyo y reconocimiento. Me llena de orgullo. Que me sigan queriendo es importante para mí».
Sobre su salida del club, se sinceró y sin problemas para hablar sobre ello explicó que «no tengo rencor al club, al contrario. Ya está hablado. La forma del adiós no fue la apropiada ni justa. No había problema con la renovación, pero al terminar el curso hubo cambios. Me llaman en vacaciones para decirme que no cuentan conmigo y que la despedida debía ser ya. Fue por la mañana, entre semana. Gente importante para mí no pudo venir. Fue el resumen de mi final en el Espanyol. Una pena. Una espina clavada».