Una de las grandes procupaciones de los entrenadores es la carga de minutos y partidos de sus futbolistas. Los jugadores se han quejado de ello abiertamente y ya hemos empezado a ver los graves problemas físicos que llevan a una sobrecarga con las lesiones de Ter Stegen, Dani Carvajal o Rodrigo Hernández. Es por ello que Manolo González estaba ciertamente con la mosca tras la oreja cuando Marash Kumbulla y Alex Kral volvieron a acudir con sus selecciones.
Mientras el resto de la plantilla del Espanyol disfrutaba el fin de semana del parón internacional de hasta tres días de descanso, Marash Kumbulla y Alex Král tenían ante sí dos partidos de la Nations League. Más leña al mono: importantes en su club, jugándolo todo, y 180 minutos por delante con sus combinados nacionales. Demasiado para el cuerpo.
Porque Marash Kumbulla sumaba diez partidos consecutivos siendo titular entre Espanyol y Albania y solo en uno, ante el Atlético de Madrid, no completó los 90 minutos. 875 minutos segudos para un futbolista que desde su grave lesión de ligamento cruzado anterior con la AS Roma tan solo sumaba 378 minutos, los que disputó el pasado curso tras su cesión al US Sassuolo.
Menos presencia estaba teniendo Alex Král, al menos con su selección. El checo, fijo en el Espanyol (753 minutos en nueve jornadas), tan solo disputó 46 minutos en los dos primeros partidos del parón internacional de septiembre e incluso estaba recibiendo críticas por su participarión con Chequia.
En el primer partido del actual parón en el que se enfrentaron Chequia y Albania, solo un minuto para Alex Král, pero 96′ para Marash Kumbulla, importantísimo para Sylvinho. Mal presentimiento de lo que tenía que venir con el central, ya que restaba un duelo más con su selección. Pero para sorpresa de todos, Kumbulla no jugó ni un solo minuto ante Georgia, al igual que Král frente a Ucrania. No han tenido descanso debido a que han tenido que concentrarse con sus selecciones, pero al menos no han competido desde hace días. Y eso es un alivio para Manolo González, que podrá contar con los dos jugadores, que suman un entrenamiento con el grupo tras su estancia con sus respectivas selecciones, más frescos de lo que pensaba para San Mamés.