Ha presentado el Espanyol en la Junta General de Accionistas un balance de 22 millones de euros de pérdidas, además de otros 8,8 presupuestados para el curso 2023-24. Todo ello hace que la deuda neta ascienda a 67 millones: 36 a largo plazo y 31 a corto. Una cifra muy superior a la del pasado mes de diciembre de 2022, cuando la deuda se situaba en 43 millones de euros.
El CEO del Espanyol, Mao Ye, ha reconocido que la situación «preocupa» pero que se está intentando ponerle remedio, sobre todo en los ingresos que dependen únicamente del club, como el ‘naming right’ o trabajar en mercados estratégicos, como la apertura de una nueva ciudad deportiva en el departamento mexicano de Quintana Roo. Así pues, pese a los números, los ingresos propios han aumentado en 2,5 millones de euros.
Por otra parte, los «valores activos» del club pasan de 219 millones de euros a 210 millones de euros y, de los 77 millones recibidos por el fondo de inversión CVC todavía quedan por gastar 33. La facturación total ha pasado de los 81,4 millones del último ejercicio a los 40 de este.