El Espanyol marcó a Diego López. Y a su familia. Siempre han dejado claro su cariño por el club. Diego López fue uno de los primeros fichajes de la era Chen Yansheng. Llegó en el verano de 2016 y se fue en junio de 2022 después de que Domingo Catoira no le ofreciera la renovación. En esas seis temporadas, Diego López disputó 213 partidos oficiales con la camiseta blanquiazul, convirtiéndose en uno de los jugadores históricos del club. Además, estableció tres récords de imbatibilidad con el RCD Espanyol (Primera División, Segunda División y en competición europea), además del premio Zamora al portero menos goleado de Segunda División, conseguido en la temporada 2020-21. El gallego ha repasado su paso por el club con los compañeros de Relevo.
Diego López convivió con Joan Garcia por lo que al preguntarle por si le sorprende el nivel que está demostrando en Primera lo tiene muy claro. “No, se lo merece. Fue un chico con paciencia y constancia, al le han dado la oportunidad; era lo que le hacía falta, que le pusiesen en el campo. Demostró su talento, acabará creciendo, ya que tiene margen de mejora. Seguramente acabará traspasado y se va a convertir en un portero importante”. Y su confianza en Joan parece que es muy grande. “Yo no era tan bueno. Lo digo con humildad. Él lo dice, seguramente tenerme a su lado le ha ayudado, porque le fui corrigiendo, le fui guiando… Es un chico humilde, que quiere trabajar y aprender, tiene paralelismos con lo que yo era. Me gusta que para él yo sea una parte importante de su formación, se lo agradezco, por cómo es, le deseo lo mejor, logrará algo importante y lo disfrutaré como si fuera yo quien lo lograra”, manifestó Diego López.
El gallego las ha vivido de todos los colores en el Espanyol, descensos y una participación en Europa, pero no se queda con una sola cosa. “Me quedo con todos, incluso con el del descenso, que fue jodido y difícil. Vivimos la época del COVID, y a nivel profesional y personal lo complicó todo. Hubo etapas muy buenas. Me quedaría con el primer año de Quique y el año de Rubi, sí, que fue impresionante, y los años de Vicente Moreno. Son temporadas donde no se le dio demasiada importancia, salvando el año de Rubi, porque ahí sí que la gente se dio cuenta de que hacíamos algo importante, pero luego con los descensos comprobó que no era tan sencillo. Era un club limitado. No había plantillas para mucho más”.