Una sonrisa en el rostro de Edu Expósito deja entrever que vuelve a sentirse futbolista. El pasado 22 de diciembre, el ‘8’ perico volvió a tener unos minutos en partido oficial 329 días después de su grave lesión en Elda el pasado enero. No fue un 2024 fácil para el de Cubelles, ya que estuvo marcado por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. En Las Palmas llegó la recompensa. En esta primera entrevista tras reaparecer, el catalán repasa cómo afrontó el día a día, el sufrimiento por no poder ayudar al equipo y la alegría por el ascenso. Expósito se muestra optimista de cara al 2025. “Ya estoy aquí otra vez. Me espera un año muy bueno tanto personal como colectivo con mis compañeros para darle la vuelta a esta situación. El año que viene vamos a estar otra vez en Primera y va a ser muy duro, pero lo vamos a conseguir seguro”, reconoció.
-En Las Palmas volviste a sentirte futbolista 329 días después. Solo fueron 15 minutos, pero ¿cómo te encontraste?
Bien. Tras muchos días y meses con mucho trabajo, sentí una gran emoción. Había hablado con el míster de que, seguramente, iba a tener algunos minutos. Durante el calentamiento en la banda noté algo de nerviosismo y cuando me dijo que iba a entrar al campo, la sensación fue espectacular.
-El 30 de noviembre regresaste a una convocatoria, pero no fue hasta tu quinta llamada cuando volviste a jugar. ¿Esta espera se hizo muy larga?
Sí, ya que fueron pasando muchas cosas. Me puse enfermo, estuve cuatro días malísimo con fiebre y un mes antes sufrí una pequeña recaída. Se me hinchó la rodilla, me tuvieron que sacar líquido, pinchar factores con el doctor Cugat… Al final todo salió muy bien, pero fue un impacto negativo. Hice un gesto un poco raro, aunque no noté dolor, pero fue un duro golpe anímico que me dejó un poco K.O. Hubo que esperar a ver cómo respondía la rodilla, empezar otra vez a realizar ejercicios de fuerza. Fueron dos semanas en las que tuve que parar y volver a arrancar de nuevo, y no fueron sencillas. El otro día tuve esos minutos para probarme. No puedes volver de una lesión tan grave y jugar 45 minutos porque no sabemos cómo voy a responder ni físicamente ni a nivel de la pierna. Estos dos contratiempos retrasaron un poco mi reaparición.
-Manolo dijo que a Edu “hay que engancharlo rápido y que coja ritmo y minutos porque le necesitamos para la temporada. Da criterio, pausa y hace jugar. Te da cosas diferentes”. ¿Qué te pide Manolo González?
Tenemos una relación muy estrecha. Nos decimos las cosas a la cara y sé lo que demanda de mí. Ser ese jugador que fichó el Espanyol. Aquí se ha visto solo a ráfagas el Edu que se fichó, pero no el que realmente quiere el club, la afición y yo. Me pide que sea yo, que le de pausa y criterio al juego. Y, sobre todo, ese físico que demostré con Ramis. Ojalá que en este 2025 se vea al mejor Edu Expósito.
No es fácil saber llevar una situación como esta…
Cuesta mucho. Te has de adaptar a cosas a las que no estabas acostumbrado y, sobre todo, a depender de alguien en todo momento. No soy el único jugador que ha pasado por esta situación y, seguramente, otros futbolistas han tenido peores situaciones, pero para mí y los que estuvieron a mi lado fue difícil.
-Oyarzabal dijo tras una lesión como la tuya que “ha sido un proceso largo, pero bonito, en el que he tenido muchos más días de sonreír y de bromas que malos, ya que todos me intentaban sacar una sonrisa”…
En cierta manera es así. Tú vas por un camino y el equipo por otro. Sales y entras a entrenar a distintas horas, no coincides en el césped o gimnasio… Vas por otro camino, pero siempre están allí con bromas e interesándose por tu recuperación. Siempre tienes momentos de bajón, pero no he tenido tantos. El peor fue hace un mes y medio cuando se me volvió a hinchar la rodilla, hasta ese día puedo contar con una mano los días malos. Lo pasaba peor cuando veía que los resultados no llegaban, ya que los compañeros lo estaban pasando mal.
-¿La lesión llegó cuando estabas en tu mejor momento en el Espanyol?
Había encontrado otra vez la regularidad. A Ramis le estoy muy agradecido por todo lo que me devolvió. Con él solo jugué un partido de suplente, en Copa contra el Valladolid, ya que los demás fui titular y sumando muchos minutos. Me devolvió la confianza que había perdido al inicio de temporada. Me estaba desilusionando y estaba cabizbajo. Los primeros meses en Segunda fueron muy duros para mí; no era lo que me esperaba.
*El resto de la entrevista la podréis leer en nuestra edición de este sábado 4 de enero