Ya lo dijo el máximo goleador del Deportivo Alavés, Kike García, y lo ha refrendado su entrenador, Eduardo Coudet: el duelo ante el Espanyol es una «final». «Es un partido muy importante para los dos equipos», indicó el preparador argentino, que es consciente de que los suyos tienen que dar un paso adelante en casa, en Mendizorroza, donde no ganan desde el pasado mes de noviembre y solo han logrado 13 puntos como locales, cifra que solo empeora el Real Valladolid con 12. «Es una deuda pendiente. Es un buen momento para empezar arrancando ganando en casa».
Eduardo Coudet tiene clara la importancia del encuentro. El Espanyol está dos puntos por encima del Deportivo Alavés, con lo que para el ‘Chacho‘ el partido «es una final. Es un rival directo en la zona baja», explicó el míster, que no cree que la presión les pueda. «Somos un equipo acostumbrado a estar en esta situación. No creo que sea una excusa el nerviosismo», queremos ganar, el resultado está por delante de un motón de cosas, es preferible jugar mal y ganar, no sé preparar un partido así. No podemos refugiarnos en la importancia del partido y la ansiedad, sino manejar el juego a lo largo del partido».
Otro de los aspectos que están en juego es el ‘goal-average’, que puede ser muy importante de cara al final de campaña. Pero Eduardo Coudet no lo tiene en mente. «Pienso en ganar. No podemos hacer el salto antes de dar el primer paso», espetó un entrenador que espera un «partido largo» ante un Espanyol que tene el reto de ganar en casa y por segunda vez en liga en Mendizorroza.
Respecto a las bajas para el encuentro contra el Espanyol, Eduardo Coudet confirmó las ausencias por problemas físicos del portero Jesús Owono, el centrocampista Nahuel Benavídez y los atacantes Hugo Novoa y José Conechny.