A tres días de disputarse el Espanyol – RCD Mallorca en el RCDE Stadium, el Comité de Competición ha decidido sancionar a la entidad perica con una multa de tres mil euros «por infracción del artículo 107.2, en relación con el artículo 15, del Código Disciplinario de la RFEF«. El comité de disciplina, además, ha realizado un apercibimiento al club blanquiazul para el cierre del estadio «en caso de reincidencia en la producción de hechos análogos».
El lanzamiento de un vaso desde la grada al colegiado Quintero González ha tenido consecuencias. No las peores que podía esperar el Espanyol, pero sí notorias. Los atenuantes que presentó la entidad perica horas después de la acción en el RCDE Stadium han sido claves para la resolución del comité de disciplina. Y para que no se cierre Cornellà-El Prat de efecto inmediato. Entre ellos, y destacado, se encuentra que el club localizó al autor que lanzó el vaso y lo puso a disposición de la policía de manera rápida. También que el protagonista de la acción, al día siguiente, reconociera el acto y se mostrara arrepentido.
El comité de disciplina destaca que los hechos ocurrieron al término del encuentro y que no afectaron al desarrollo del partido. Así lo explica el comunicado de la RFEF: «Se habría producido una infracción de carácter grave tipificada en el artículo 107, apartado 2, del Código Disciplinario de la RFEF, en relación con el artículo 15 del mismo texto, que establece una serie de circunstancias que justifican la ponderación de la sanción a imponer en este tipo de supuestos. En concreto, como anteriormente se exponía, no se han producido lesiones, el lanzamiento no ha influido en el normal desarrollo del juego, ha sido un único autor, se trata de un hecho aislado y, en fin, el club ha colaborado a la hora de identificar al protagonista del incidente».