Ante el Utrecht, en el ensayo general del Espanyol antes del partido contra el Albacete, no solo no compareció Sergi Darder, que siguió todo el partido desde el banquillo, tampoco lo hicieron la seguridad defensiva, el control del juego y la capacidad goleadora que mostró el equipo el curso pasado. Solo aparecieron unas dudas que, también es cierto, nunca han dejado de existir desde que arrancó la pretemporada. A una semana para el estreno liguero, la imagen del Espanyol fue la de un equipo menor que deja incertidumbre y preocupación en el espanyolismo. De todo el desaguisado, pocos se salvaron. Quizás Óscar Gil por su implicación y Braithwaite que demostró ser el único que podía crear peligro. Y es que el abultado marcador (3-0) hace daño y deja claro que este equipo necesita caras nuevas, ya que acaba la pretemporada dejando unas sensaciones bastante pobres.
El partido empezó con la sorpresa de la ausencia de Sergi Darder en el once titular, que contrastaba con la titularidad de un Martin Braithwaite que salía como principal referencia en ataque. Luis García apostaba por una defensa totalmente continuista, un centro del campo más de trabajo que de creación y los primeros minutos del delantero danés.
Mazazo a las primeras de cambio
El Espanyol salió con una defensa de cuatro con Óscar Gil en la derecha, Calero y Sergi Gómez formando pareja de centrales y con la novedad de Cabrera en el lateral izquierdo, mientras que Brian Oliván se situó en el extremo zurdo. Y a los dos minutos, un desajuste defensivo en esta banda propició el primer gol del partido. Bozgogan pilló algo descolocado a Cabrera. Centró al área pequeña por donde Douvikas se adelantó a Calero para rematar al fondo de las redes sin que nada pudiera hacer Pacheco.
El Espanyol pareció reaccionar rápido al duro golpe. Y antes de llegar al minuto 10, Braithwaite ya había avisado en dos ocasiones a Barkas con un disparo y un cabezazo. Pero la fragilidad defensiva le seguía penalizando. En Holanda, uno de los países donde hay más carriles bicis, el Utrecht encontró más que un carril en la banda izquierda del Espanyol, tuvo una autopista. Así, en el 22’ Jensen le ganó la partida a Cabrera y se plantó solo ante Pacheco, aunque cuando lo tenía todo a favor para anotar el segundo gol, el portero se hizo grande y despejó su remate.
El partido estaba abierto y los blanquiazules reaccionaron a este serio aviso. En el 24’ Nico, con un remate picado, realizó el primer chut perico entre los tres palos y solo dos minutos después, Lazo remató de primeras un centro de Brian Oliván, pero el esférico salió fuera por poco. Una buena doble ocasión con la que el Espanyol pudo empatar el partido.
Penalti injusto que deja el partido casi sentenciado
De lo que podía haber sido el empate se pasó pronto al segundo tanto local. En el 34’, Calero se lanzó a cortar un centro, el balón impactó en su espalda y después en el brazo, pero el colegiado no dudó en señalar el punto de penalti. Douvikas asumió la responsabilidad y transformó un trabajo inexistente. Con el 2-0 en el marcador, el Espanyol empezó a realizar una presión más alta, pero sin que acabara de materializarse ni en el terreno de juego ni en el marcador. El tener tantos jugadores por delante del balón era un riesgo muy elevado al jugar con unos centrales lentos. Los blanquiazules se iban al descanso tras una primera parte floja en la que no despejaron las dudas con las que viajaron a Holanda.
El Espanyol salió en la segunda parte con el mismo once que en la primera. Y también con los mismos problemas. Le costaba tener mucho la pelota y no tenían profundidad en ataque. Pol Lozano y Keidi Bare se veían superados en el centro del campo y cuando tenían el esférico les faltaba fuerzas para crear juego. Pero poco a poco, se fue teniendo más balón, aunque su dominio era estéril.
Las llegadas no tenían premio. Todo lo contrario que le sucedió al Utrecht. Un buen centro desde la izquierda fue cabeceado por Labyad sin oposición haciendo subir el tercero al marcador. Al Espanyol no le salía nada. Y cuando estaba acertado, la suerte no le acompañaba como en el 69′ cuando Braithwaite mandó un derechazo a la madera. O otro remate del delantero danés, que fue el que más peligro llevó, que salió fuera. No llegó el gol, como tampoco los refuerzos están llegando. Ante el Utrecht quedó claro que faltan fichajes y asegurar la continuidad de algunos jugadores. Y todo esto a ocho días para el debut en Segunda.
Ficha técnica:
Utrecht: Barkas, Ter Avest, Sagnan, Van der Hoorn, El Karouani, Toornstra, Bozdogan, Jensen, Booth, Seuntjens y Douvikas (Labyad, 57′).
Espanyol: Pacheco, Óscar Gil (Omaar El Hilali, 84′), Sergi Gómez, Cabrera, Brian Oliván, Calero (Jofre Carreras, 75′), Pol Lozano (Gragera, 75′), Keidi Bare (Edu Expósito, 58′), Lazo (Nabil, 68′), Nico Melamed (Rubén Sánchez, 75′) y Braithwaite.
Goles: 1-0, Douvikas (2’); Douvikas (p) (35’); 3-0, Labyad (65′)
Árbitro: Joey Kooij. TA: Seuntjens (19’), Keidi Bare (19’), Óscar Gil (19’), Luis García (22′), Calero (26′) Cabrera (53′)
Incidencias: Stadion Galgenwaard. 7.224 espectadores