El Espanyol enfrenta este fin de semana un desafío de vital importancia en su visita al Estadio Gran Canaria, donde nunca ha logrado salir victorioso desde la inauguración del recinto en 2003. Este dato resalta una realidad que parece repetirse año tras año: el conjunto perico no encuentra la fórmula para vencer en la isla aunque sean varios los años que no visita la isla.
En los últimos cuatro enfrentamientos en este estadio, la UD Las Palmas ha consolidado su fortaleza como local con dos victorias y dos empates. Pero si ampliamos la lupa al histórico de enfrentamientos entre ambos clubes, las estadísticas son aún más desfavorables para los catalanes. De los 35 duelos disputados en Gran Canaria entre Primera y Segunda División, los locales suman 21 triunfos, mientras que el Espanyol solo ha conseguido 5 victorias. El último éxito perico en tierras grancanarias se remonta a 1988, lo que subraya lo complejo que ha sido este desplazamiento para los blanquiazules.
El último precedente entre ambos equipos, jugado el 3 de enero de 2021 en Segunda División, terminó con un 1-0 a favor del equipo amarillo, confirmando nuevamente la dificultad del Espanyol para puntuar en este escenario. Para los de Manolo González, el partido no solo será una oportunidad para revertir esta estadística negativa, sino también para dar un golpe sobre la mesa en su lucha por mantenerse entre los mejores de la categoría.
El Estadio Gran Canaria se presenta como un reto tanto deportivo como emocional, un terreno donde la historia no juega a su favor, pero donde buscarán romper un maleficio que lleva más de tres décadas sin ser superado. «Los precedentes en el fútbol me dan un poco igual, lo que cuenta es el partido de mañana. lo que hemos de intentar es hacer nuestro partido, conceder muy poco y tener acierto en las que tengamos de cara a portería rival», dijo el técnico perico en la rueda de prensa previa.