La FIFA ha detectado posible tráfico de menores procedentes de África, Asia y Sudamérica en diferentes clubes de fútbol erradicados en Catalunya, según publica Marca. El máximo organismo del fútbol habla de una estructura a gran escala y que no es un caso aislado ni mucho menos. Se habla de más de 50 casos. Ya ha empezado a hablar con las entidades implicadas para que aclaren la situación de estos chicos que llegaron a España con una beca de un año para estudiar y jugar a fútbol, algo que solo tiene validez de un año y después están alargando su estancia de una manera ilegal.
Uno de los menores llegados fuera de lo que marca la ley de protección del menor del fútbol es Lucas Alves, jugador que el pasado verano se incorporó al equipo juvenil del Espanyol procedente de la Fundación Marcet. En el Espanyol ya están avisados de la irregular situación del jugador de la que puede ser cómplice. Llegó como estudiante a Barcelona, dejando atrás la Escolinha Toque de Craque en Brasil y que prolongó su estancia en Cataluña, más allá del año permitido por la FIFA.
Todos los jugadores que llegan son registrados en la Agora Barcelona International School, pasando a diferentes clubes. Algunos de las entidades son la Fundación Marcet, Fundación Academia Hospitalet, Veterans Catalau y PE Manigua.
Posibles sanciones
En caso de incumplir las disposiciones en materia de contratación o transferencia de jugadores menores de edad, los clubes se exponen a sanciones que oscilan desde una multa económica hasta la prohibición de realizar fichajes durante cuatro ventanas o, lo que es lo mismo, durante dos años. Por cierto, los clubes aunque desconozcan la procedencia, son responsables de la llegada del citado jugador. El desconocimiento no exime la culpa.