Iker Seguín (Eibar, 34 años) es toda una institución en el Amorebieta. Capitán del equipo, cumple su novena temporada en el club zornotzarra y ha disputado 236 partidos con el equipo. Aunque este curso ha perdido protagonismo, es todo un referente para el vestuario. Pero Seguín también tiene un vinculo con el Espanyol, ya que en la temporada 2012-13 jugó en el filial, al cual llegó procedente del Lemona. Una lesión le impidió ser más protagonista con la blanquiazul en un año en el que fue dirigido por Raúl Longhi y Manolo Márquez y compartió vestuario con jugadores como Edgar Badia, Carles Clerc o Rubén Duarte.
-¿Cómo recuerdas tu etapa en el filial del Espanyol?
Tengo un recuerdo bueno, pero al final tuve una lesión, me operaron del menisco con perforaciones en el cartílago y estuve casi todo el año parado, recuperándome. Fue una experiencia bonita, un club que cuida la cantera y estuve muy a gusto. Hicieron un buen equipo con gente de mucha calidad. Me he enfrentado a varios de esa quinta que estuvimos ahí y la verdad es que estoy contento de verlos también arriba.
-¿Cómo encaráis estas dos últimas jornadas?
El equipo llega como tiene que llegar a final de temporada. Estamos con un estado de ánimo increíble después de ver cómo íbamos hace unas jornadas, con una situación muy complicada. Ahora el equipo está asomando la cabeza y con ganas de acabar bien el año, de ganar este fin de semana y de ir a Anduva.
-¿Qué le espera al Espanyol en Lezama?
El ambiente es muy tranquilo. No es comparable con lo que viven en Cornellà cada fin de semana. La gente que viene del pueblo tiene ganas de disfrutar y de apoyarnos y de que el equipo esté otro año más en el fútbol profesional. En el Espanyol ya saben en qué situación estamos y que no van a tenerlo fácil para sacar los tres puntos, van a tener que luchar y correr como nunca.
*El resto de la entrevista la podrás leer en nuestra edición de papel de este sábado 25 de mayo