Javi Puado, canterano del RCD Espanyol, ha dejado pasar unos días tras ‘digerir’ algo que no se esperaba que ocurriera en Mestalla: el descenso a Segunda división. “Difícil, es muy difícil qué deciros en estos momentos y cómo encontrar entre todos algún consuelo”, ha manifestado el delantero.
“Temporada del revés en la que no supimos competir y cuando lo intentamos, no llegamos. Motivos hay muchos, la culpa es absolutamente nuestra y las responsabilidades también, aunque se nos escapen otras historias”. Así ha resumido el año de los espanyolistas que les ha llevado a no conseguir el objetivo de la permanencia en Primera.
Como jugador que siente al Espanyol, ha reconocido que “ser perico es un orgullo diferente, único y más en Barcelona, pero estos días están siendo muy jodidos”. Además, ha garantizado que “LaLiga deja a cada uno en su sitio y el nuestro es el de volver a remar con más fuerza que nunca. No hay consuelo… ahora. Porque el Espanyol sigue, con su historia centenaria y su afición más fiel”.
Duras palabras de un canterano que ha vivido por primera vez un descenso como jugador del primer equipo de su vida -en el anterior se fue cedido al Real Zaragoza- finalizando su mensaje con un “de verdad que lo sentimos en el alma. Sin embargo, lamentarlo ya es perder el tiempo. Ahora hay que ganarlo mirando hacia arriba para que podamos seguir gritando: ¡Forza Mágico Espanyol! 💙🐦”.