Nuevo capítulo de violencia en el fútbol. Esta vez fue al exentrenador del Espanyol y actual seleccionador de la selección mexicana, Javier Aguirre, que sufrió una agresión desde la grada. Al finalizar el Honduras 2-0 México de la ida de los cuartos de final de la Concacaf Nations League un aficionado local le lanzó una lata de cerveza que le dio en la cabeza, se la abrió y terminó sangrando.
Esta acción ocurrió cuando Javier Aguirre iba a despedirse del técnico del Honduras, Reinaldo Rueda. Miembros de seguridad del estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula y del cuerpo técnico de México se acercaron al experico para evitar males mayores y limpiarle la sangre de la herida que sufrió en la cabeza.
En rueda de prensa, Javier Aguirre habló sobre lo ocurrido y comentó que «nada, nada. Esto es fútbol, y de lo otro no tiene ni caso mencionarlo porque no soy de quejarme». Reinaldo Rueda sí que quiso condenar lo sucedido desde la grada: «Esto no puede volver a pasar ni aquí ni en ningún estadio de Honduras ni del mundo. Estoy triste porque es un ser humano, porque al igual que le han dado a él me pueden dar a mí porque Aguirre me vino a saludar en el momento. Yo ya lo he vivido en carne propia y esto no puede pasar».
Comunicado de la Federación Mexicana
La Federación Mexicana de Fútbol se postuló en defensa de lo ocurrido con Javier Aguirre. En el comunicado expresaron que manifiestan «su firme rechazo ante cualquier forma de violencia en el fútbol y reitera su compromiso con la seguridad. Hemos hecho las gestiones pertinentes a través de los canales oficiales para solicitar a la CONCACAF que actúe conforme al reglamento».
Además, la federación hizo una petición para evitar acciones como la sucedida en el Honduras – México: “Es urgente que todas las personas involucradas en el futbol, incluidas instituciones, directivos, jugadores, afición y medios de comunicación colaboremos para crear un entorno seguro para todos”.