De no tener protagonismo por una lesión a ser clave en la victoria ante la SD Eibar. José Carlos Lazo ya es uno más para Luis Miguel Ramis una vez superadas molestias en el abductor. Poco a poco va teniendo minutos y es que, el extremo reconoció en una entrevista con Javier De Haro que «he pasado mal este tramo porque la lesión no me dejó competir y no he estado a la altura de mis compañeros».
El extremo se quedó siete jornadas fuera de la convocatoria por una lesión que por suerte desveló que «no ha habido rotura, que es lo que más me preocupaba. Aunque, por ejemplo, no me dejaba chutar o golpear». Eso sí, dejó claro que «todavía siguen un poco» esas molestias, que a día de hoy le dejan competir.
Llegó al Espanyol en 2022 para jugar en un club «grande» y en la máxima categoría. Su fichaje fue a través de un intercambio con Adrián Embarba, algo que el propio José Carlos Lazo no le da mucha importancia porque «venía con la ilusión de un niño en venir al Espanyol por eso no he pensando nunca en eso. Solamente quería venir y con la primera persona que hablo es con Domingo Catoira y con mi agente».
El de Sanlúcar de Barrameda tuvo la oportunidad de jugar en Primera división con el Espanyol y siempre será recordado por aquel gol en Mallorca y esta temporada con el tanto de Ipurua. Muy buenos recuerdos le trajo a José Carlos Lazo charlar sobre estos partidos. Primero porque «debuto en Bilbao y me lesiono. Ahí parece que empiezo a caer. Llegas a un club nuevo, ganas en San Mamés, que es la hostia, y es un paso atrás». Después «el gol de Mallorca se me quedará marcado siempre porque es el primero que marco en Primera».
José Carlos Lazo tiene contrato hasta el 30 de junio de 2027. Como jugador del Espanyol ha coincidido con tres entrenadores: Diego Martínez, Luis García y Luis Miguel Ramis. Preguntado por el asturiano respondió que «me jode el no haber debutado con él en Primera» añadiendo que «el tramo final de la temporada pasada fue una locura y es mejor no recordar lo que le pasó al Espanyol. Desde el banquillo no se puede vivir así, te supera porque es mucho más intenso y se te pasan muchas cosas por la cabeza menos fútbol».
«El descenso con el Espanyol fue el momento más duro de mi carrera deportiva». Se sinceró un José Carlos, en el Twitch de Javier De Haro, que vino con mucha ilusión a Cornellà-El Prat. Para terminar de digerir el descenso, algo que no fue fácil, el extremo recordó que «en las primeras semanas teníamos que asimilar que habíamos bajado. Y es que desde que empieza a rodar el balón en Albacete había que pasar página y hubo que plantearse que estábamos en Segunda división y competir».
Luis García y Fran Garagarza fueron los responsables de transmitirle al extremo que «contaban conmigo» manifestó el ’16’ blanquiazul que confirmó que «estoy en mi mejor momento con el Espanyol». Esta declaración la acompañó con que «todavía queda lo más bonito y estas últimas jornadas van a ser la bomba». El partido en Ipurua fue clave y el jugador perico solo recuerda que «se me pone la piel de gallina cuando pienso en Eibar. Fue un subidón y, de momento, es el gol más importante de mi carrera».
Además, quiso rememorar ese tramo final de partido en Eibar: «El 2-0 es el resultado más engañoso en el fútboL. Queríamos marcar un gol y con el 2-1 teníamos que apretar y con gol te da el subidón. Con el 2-2 saltó la locura, parecía la final de la Champions, fue increíble. En el último minuto era el no perder y en el último segundo marque y pensé no puede ser lo que acabo de hacer». A partir de ese partido el equipo cogió todavía más confianza todavía y José Carlos Lazo envió un mensaje para la afición blanquiazul: «Vamos a subir. Puede pasar el empate ante el Huesca, pero nosotros queremos ganar para conseguir el objetivo, pero delante tenemos a equipos que también quieren sumar de tres».
Tras estas palabras para la afición, el andaluz no dudó en recordar que «es bueno que la gente apriete porque todo el mundo queremos ascender. Es parte del fútbol y lo entiendo, pero los silbidos no van a ayudar a nada». Así que, José Carlos Lazo quiere intentar junto a su compañeros cambiar esos pitos por aplausos: «Que apoyen a full y hasta el final porque en el vestuario estamos dando guerra para conseguirlo».