Pocos jugadores cambian un Paris Saint Germain por el Espanyol. Pero alguno lo hace. En diciembre de 1996, José Cobos (Francia, 23/04/1968) dejó el campeón francés para venir a emprender una aventura en Sarrià. Se identificó rápido con el club y no tardó en ganarse al espanyolismo. Estuvo menos tiempo del que le hubiera gustado, pero entró en la historia del Espanyol por la puerta grande al anotar el último gol de un jugador perico en Sarrià. Hace unos días regresó a Barcelona después de muchos años y ahora hemos querido hablar con él para recordar su debut con el Espanyol. Fue en Tenerife, donde con Pepe Carcelén en el banquillo perdimos por (5-1).
-No sé si presentarte como un buenas José o con un ‘José, José Cobos, lo, lololo, lo, lolo… ¿Recuerdas esos cánticos?
Sí, claro que sí. Era como la de los Picapiedra. ¡Qué tiempos aquellos! Guardo muchos grandes recuerdos de mi paso por el Espanyol. Siempre he dicho que fui muy feliz durante mi etapa en el club. Quería jugar en España y nunca olvidaré los casi dos años que jugué en el Espanyol.
-¿Sigues viviendo en Niza?
Sí, me ocupo de los grandes eventos que se realizan en la ciudad como la Copa del Mundo de rugby, la Eurocopa…
-Hacía bastantes años que no venías a Barcelona. ¿Qué sentiste hace unas semanas cuando pudiste volver?
Una gran alegría. Vine con mi señora para que disfrutara de una ciudad que me gusta mucho y de un club que me dio tanto durante el tiempo que estuve. Estoy muy contento de haber podido participar en esos actos que cerraban el centenario de la inauguración de Sarrià. Volví a ver a grandes amigos como Lardín, Jordi Munté, Jaime, el presidente de la Fundació… Disfruté mucho y les agradezco todo lo que viví durante esos días en Barcelona. Me gustó mucho el estadio, que aún no había podido visitar, y también me acerqué a los terrenos donde estaba Sarrià. ¡Cómo ha cambiado toda esa zona!
-¿Qué es lo que más te gustó del Stage Front Stadium?
Es un estadio muy bonito. Lleno tiene que ser extraordinario. Es un estadio de Primera y espero que el Espanyol vuelva a esta categoría a final de temporada. Todo lo que han creado con las fotos de los jugadores, entrenadores, las camisetas de los rivales, las puertas del estadio con nombres de jugadores, el túnel de vestuarios que da acceso al campo… me impresionó mucho. Es un gran club.
-Espero que no tardes tanto en regresar…
No, me fui con ganas de volver pronto. Como el Paris Saint Germain, (equipo en el que jugaba cuando fichó por el Espanyol) jugará la Champions League contra el Barça, intentaré escaparme para venir otra vez. Si, por lo que sea no puedo, vendré seguro este año para ver un partido del Espanyol.
-Tú siempre has dicho que si algún día dejas Niza te gustaría vivir en Barcelona. ¿Sigues pensando lo mismo?
Sí, no he cambiado de opinión para nada. Me gusta mucho la ciudad. En Barcelona pasé grandes momentos con la afición, en la ciudad…
-Una de las personas que más te acompañó estos días fue Jordi Lardín, el que para ti ha sido el mejor capitán que has tenido, ¿no?
Cierto. Él no lo sabía, pero yo cuando volví a jugar en Francia a todos les decía que había tenido un capitán con 20 o 21 años. Lo cogí como ejemplo cuando fui capitán en Niza. He tenido como capitanes a Weah, al hermano de Sócrates, a Bernard Lama… Pero mi mejor capitán ha sido Jordi Lardín, porque nadie defendía más a su club que él
-Llegaste al Espanyol en diciembre de 1996. Cuanto tiempo…
Todo pasa muy rápido. Cuando fiché por el Espanyol yo pensaba que en estos momentos seguiría viviendo en Barcelona, ya que quería terminar mi carrera en el club. Yo estaba muy bien aquí. Mi hijo de cuatro años hablaba castellano, catalán, francés e inglés. Me quería quedar aquí con mi familia. Al llegar, con 28 años, firmé por cinco años y medio, con lo que estaba claro que me quería quedar en el Espanyol.
–Tú debutaste ante el Tenerife, 22 de diciembre de 1996, y ese día nos metieron (5-1). ¿Cómo recuerdas ese debut en Tenerife?
En ese primer partido jugué de lateral izquierdo y en el descanso me cambiaron. Allí pensé, pero que he hecho viniendo aquí. (Risas). No me imaginaba que fuéramos a perder de esa manera… Recuerdo que ese partido era muy difícil. En ese momento me di cuenta de la gran calidad que tenía el campeonato español. A partir de ese partido las cosas me fueron mucho mejor y ya no solo jugué de lateral izquierdo, sino que también lo hice en la derecha y en el centro del campo. Yo había dejado París siendo primeros a cinco puntos del segundo, pero tenía una buena edad para venir a España. Pese a esa derrota, sabía que el Espanyol había acabado cuarto la temporada anterior, tras un campeonato magnífico.
«Debuté con el Espanyol de lateral izquierdo y me cambiaron al descanso. Allí me di cuenta de la gran calidad del campeonato»
-Te adaptaste tan rápido al Espanyol que alguno pensaba que habías aprendido castellano en solo dos semanas….
(Risas) Carcelén y José Antonio Camacho, que para mí ha sido un ejemplo como jugador y entrenador, me dijeron que yo era el extranjero que había aprendido el español más rápido. Me gustaron mucho todos los entrenadores que tuve en el Espanyol, menos uno, pero no voy a hablar de él.
-Solo jugaste medio año en Sarrià, pero pudiste disfrutar de lo que significaba ese estadio
Mucho. Sigo viendo mucho el resumen del último partido y ahora no paro de mirar todo lo que ha hecho la Fundació para homenajear a ese gran estadio.
-En el acto del otro día me gustó mucho una frase que le dijiste a Rafa Marañón de que tú solo habías necesitado un gol para hacer historia, ya que él hizo 90 goles allí…
-Rafa es un hombre extraordinario. Los franceses no somos tan cachondos y graciosos como los españoles, pero el otro día había un gran ambiente y le hice esa broma. Con ese gol entré en la historia del Espanyol. Con bastantes compañeros de vestuario de esa época no estaba teniendo relación, pero al estar el otro día en Barcelona pedí bastantes números de teléfono.
-Ese año no fue fácil, pese a ser un año complicado, había una gran plantilla. Sin ir más lejos, Toni, Cristóbal, Nando, Pochettino, Torres Mestre, José Cobos, Pacheta, Pralija, Arteaga, Lardín y Ouedec fue el último once titular que jugó en Sarrià. Casi nada…
Había un gran equipo, pero ese año no fue nada sencillo. Hubo momentos complicados con muchos cambios. Poco después con bastantes de esos jugadores se ganó la Copa del Rey en Valencia. Me dejas que te cuente una cosa.
-Claro…
Me desplacé como un aficionado más a Valencia para ver la final de la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid. Siempre he seguido al club y me alegré mucho cuando llegaron a la final de Copa de Madrid y a la de la UEFA, que fue una lástima que no se pudiera ganar. Al Espanyol siempre le desearé lo mejor.
-Ese partido ante el Valencia fue una jornada con muchas emociones y sentimientos a flor de piel. ¿Se puede decir que en el momento que acaba el partido viviste una de las situaciones más emotivas de tu carrera?
Esa fue la primera vez en mi carrera donde le pedí a un entrenador que me sacara del campo. Todo era tan bonito en el campo, el ambiente, el resultado, mi gol… que no quería que se pudiera estropear con una lesión o algo. Estábamos 3-1 y era un momento muy grande. He tenido la suerte de ganar títulos importantes con el PSG, pero ese momento en Sarrià fue muy especial.
-Como futbolista que jugaste en Sarrià. ¿Qué transmitía ese campo?
Impresionaba el ambiente que se generaba, ya que el público estaba muy encima. Había mucha animación y los jugadores nos lo dejábamos todo. Yo de joven ya vi grandes partidos del Mundial en Sarrià. La historia ya era muy bonita. Era un campo impresionante, con la afición animando detrás de las porterías.
-Solo estuviste una temporada y media en el club, pero fue suficiente para ganarte a todos los pericos y engancharte al club…
He sido muy fiel a los clubs en los que he jugado. Siempre que iba a uno era para quedarme y por eso firme por cinco años y medio. Lo que viví en esos casi dos años fue muy grande. El Espanyol es muy importante para mí y mi familia. Yo he nacido en Estrasburgo, he pasado grandes momentos en otros clubs, pero si mañana me llama el Espanyol y me propone volver no lo dudo. Me voy hasta andando.
«He estado en grandes clubs, pero si el Espanyol me propone volver no lo dudo. Me voy hasta andando»
-Enseguida te ganaste a la gente del Espanyol…
No quiero decir que lo nuestro fue una historia bonita que no acabó bien, pero sí que sé que duró poco. Fue mucho menos tiempo del que me hubiera gustado estar. Me tuve que ir en pretemporada con mucha pena. No pude seguir por un entrenador y fue una lástima. Me tenía que haber quedado más porque él al poco tiempo se fue. Si hubiera seguido, seguiría viviendo en Barcelona. Me fui futbolísticamente, pero el Espanyol quedó en mi vida para siempre.
-¿Subiremos?
Sí, eso espero. Y confío en lograrlo. Espero venir esta temporada para ver un partido y ojalá sea el que nos dé el ascenso a Primera.