El último refuerzo del Espanyol en este mercado ha sido de relumbrón, sin duda. Un Keita Baldé que salió muy joven de su Catalunya natal y que ha ido de más a menos en las últimas temporadas. De ser traspasado por la SS Lazio al AS Mónaco a cambio de 30 millones de euros en la campaña 2017-18 a llegar a sus dos últimos clubes, Cagliari Calcio y Spartak Moscú, con la carta de libertad. El de Arbúcies quiere recuperar su mejor forma en el Espanyol y dejó patentes sus ganas durante su presentación.
Para ello, Keita Baldé debe dejar sus problemas extradeportivos de lado. Díscolo desde joven, el internacional por Senegal se antojaba como una de las perlas del FC Barcelona después de anotar casi 300 goles en el fútbol base azulgrana de 2004 a 2010, pero una broma a un compañero al que puso cubitos de hielo en la cama le valió el castigo de la entidad blaugrana, que lo cedió un curso a la UE Cornellà -fútbol base en el que coincidió con Javi Puado-. Con el club verde marcó 47 goles y la temporada siguiente se marchó a la SS Lazio, en la que con 17 años empezaba su periplo en el extranjero.
Un camino que ha tenido goles -82 en siete equipos- pero también momentos incómodos, como cuando en 2014, siendo jugador de la SS Lazio, sufrió un accidente con su Lamborghini en las calles de Roma. Keita Baldé perdió el control de su vehículo. «El accidente se debió a la inexperiencia», explicó su agente en aquel momento. El jugador salió ileso.
No es el único asunto peliagudo en el que Keita Baldé se ha visto implicado. Recientemente, el atacante ha sufrido una sanción de tres meses que, entre otras cosas, le dejó sin participar en el Mundial de Qatar, meses después de proclamarse campeón de la Copa África con Senegal, la tierra de sus padres. El jugador fue sancionado por infringir el protocolo en un control antidopaje en un encuentro del curso anterior con el Cagliari, castigo que pagó siendo jugador del Spartak Moscú.
Un corazón noble
Como suele pasar con este tipo de jugadores, la otra cara de la moneda es mucho más amabale. Y es que Keita Baldé pagó de su bolsillo, en junio de 2020 -en plena pandemia del COVID-, habitaciones de hotel en Lleida para 80 temporeros de fruta que se encontraban durmiendo al raso. Lo hizo a través de la asociación que asiste a los temporeros, Fruita amb Justicia Social. El nuevo atacante perico quiso ser un donante anónimo, pero ante la dificultad para que los hoteleros dieran cobijo a los temporeros, tuvo que dar la cara. En ese momento se desbloqueó la situación.
El hospedaje a los temporeros de recogida de fruta de 2020 se solucionó gracias a Keita Baldé, pero el problema persistió en los años siguientes. «¿Rezamos para que salga otro Keita con la intención de ayudar? Es un tema de organización y de querer hacer… si no hubiese salido yo, este tema no hubiese salido a la luz, nadie lo mira, nadie le da importancia… Hay que buscar más soluciones», denunció el delantero, que fue el protagonista de un documental sobre el tema titulado ‘Hermanos’, el cual se emitió en Movistar Plus en febrero de 2021.
Así es Keita Baldé, la última incorporación blanquiazul. Un futbolista sensible con las causas injustas y algo díscolo que busca asentar la cabeza definitivamente en el Espanyol. En su casa, en Catalunya, donde regresa 12 años después. Con sus amigos de la infancia, los que dejó en Arbúcies, Palautordera y Sant Cugat. El mejor lugar posible para reecontrarse con su mejor versión y convertirse en un ídolo.
2 comentarios
Desde luego su forma de conducirse me recuerda micho a la de Etoo.
Ojalá se asiente porque físico y calidad tiene para hacerlo.
…tanto Keita como Ramon que bueno que vinieron !!
Salud !!!