Kiko Casilla (Alcover, 1986) se puede decir que es uno de los porteros más destacados que han defendido el marco del Espanyol en lo que va de siglo. Sin equipo desde el pasado verano y a sus 37 años, encara el tramo final de una trayectoria llena de éxitos y que vivió un punto de inflexión en el Cartagena. Su cesión al conjunto departamental en la temporada 2010-11 le abrió definitivamente las puertas del primer equipo perico y a partir de ahí, su carrera despegó. Con él hemos hablado sobre esos días, su paso por el Espanyol y la situación actual del primer equipo.
-¿Qué tal todo? ¿Qué estás haciendo ahora?
Ahora nada, tranquilo. Ha sido un año diferente en el que las cosas que me han salido no me llegaron a convencer. Tuve alguna cosa en el extranjero el pasado verano y luego un par en Italia para firmar dos años, pero tampoco tenía ninguna prisa. Estoy aquí en Madrid, viendo fútbol, formándome fuera de los terrenos de juego de cara al futuro, entrenando y poco más.
-¿Consideras que la temporada que pasaste en Cartagena fue la que te sirvió de trampolín para consolidarte en el Espanyol?
Totalmente. Ese año para mí fue muy importante. Primero porque me fui a Cartagena en mi último año de contrato con el Espanyol. Venía de descender con el Cádiz a Segunda B y era mi última bala para que el Espanyol me pudiera renovar. Era ir a Cartagena, que justo fui el último día de mercado, o quedarme como tercer portero. Si hubiese sido un poco conformista, me hubiese quedado ahí tan tranquilo y a verlas venir. Pero al final con la edad que tenía no podía quedarme, porque tampoco era bueno para mí. Tommy N’Kono también me lo dijo, que lo primordial en esas edades era jugar o intenar competir un puesto y Cartagena me ofrecía esa posibilidad. Fui para allá con una presión extra, diciéndome ‘o este año lo hago bien y juego o se me va a cerrar la puerta de Primera división’. Era que me saliera un buen año sí o sí para que el Espanyol me ofreciera más años de contrato.
-¿A Joan Garcia cómo lo ves?
Lo que le he visto este año es muy diferente a temporadas anteriores. Está mucho más hecho, más portero y más tranquilo. En dinámica de primer equipo no es lo mismo cuando empiezas que cuando llevas unos años. Él ha aprendido de los pequeños errores que ha tenido de temporadas anteriores, que no ha tenido muchos. Este año tiene una mentalidad diferente. Se siente y sabe que puede ser titular y cuando le han dado la oportunidad lo ha hecho muy bien. En muchos partidos ha sido clave y tampoco es una situación que sea fácil para un portero en un equipo que tiene la obligación de ascender. Me gusta y me parece que tiene mucho futuro. Esperemos que sea en el Espanyol.
-¿Cómo estás viendo la Segunda división esta temporada?
Una locura. Es una liga muy complicada. Por plantilla e historia tienes la obligación de estar arriba, pero la Segunda división es tan difícil que tienes que hacerlo muy bien y ser regular durante mucho tiempo. Luego, debes tener una pizca de suerte y hay veces que el Espanyol no la ha tenido. Creo que los jugadores tienen una presión extra de no haber podido subir de primeras. Pero ahora tienen que cerrar filas, hacer grupo, pensar que están ellos solos y a muerte a por el ‘play-off’. Creo que tienen plantilla para eso y que el entrenador está capacitado. Ojalá entre todos puedan ascender.
*El resto de la entrevista la podrás leer en nuestra edición de papel de este sábado 1 de junio.