Quién le iba a decir a Manolo González cuando comenzó a entrenar que años después sería preparador de Primera división. Podría haber sido su objetivo como es el de muchos, pero él siempre ha dicho que no fue así. «Comencé a entrenar porque me gustaba», ha declarado en diversas ocasiones. El lucense ve recompensada toda una carrera en los banquillos de categorías inferiores. Ya ha demostrado en Segunda división que su idea es más que válida en un equipo profesional; ahora quiere presentarse al mundo.
Después de unos meses inolvidables que acabaron con el ascenso del Espanyol en lo que es sin duda el mayor hito de su carrera deportiva -«es algo que no voy a olvidar en la vida», dijo-, Manolo González se pondrá a prueba en una de las mejores ligas del mundo ante rivales de potencia mundial como Real Madrid, Atlético de Madrid o FC Barcelona, por citar algunos.
Su línea de cinco atrás con dos carrileros y su sistema asimétrico, el cual empezó a poner en práctica en las primeras jornadas con el Espanyol B el pasado curso ante la ausencia de extremos, casó muy bien en las jornadas finales del curso anterior con el primer equipo y le está dando continuidad. Todo hace indicar que será el dibujo escogido para el duelo ante el Real Valladolid en el José Zorrilla, estadio que ya visitó la campaña anterior.
FC Martinenc, Sant Gabriel, CF Montañesa, CF Badalona, CD Ebro, el club escapulado de nuevo, SCR Penya Deportiva y Espanyol B han sido los banquillos ocupados por Manolo González antes de llegar a la élite. Trabajo muy duro en el ‘fútbol de barro’ para poder llegar a cumplir un sueño que parecía muy lejano, prácticamente imposible, cuando eso de entrenar era solo un ‘hobby’, cuando lo hacía en su tiempo libre y se lo permitía su trabajo como conductor de autobuses urbanos.
Manolo González ha demostrado que con trabajo se puede llegar donde uno se proponga. Evidentemente ha estado en el momento adecuado en el momento ideal, pero su buena faena a lo largo de todos los años como entrenador lo llevó al filial del Espanyol y después su gran trabajo en el segundo equipo de la entidad lo llevó al primer equipo. Meritocracia.
Se une Manolo González a un club de entrenadores en Primera división que han picado piedra desde abajo hasta llegar a la cima. Jagoba Arrasate, que este curso se estrena en el RCD Mallorca; José Bordalás, que sigue en el Getafe CF; Cláudio Giráldez, entrenador del RC Celta; o Imanol Alguacil, en la Real Sociedad. La gran diferencia con todos ellos, que Manolo González no llegó a ser jugador profesional al colgar las botas con 21 años por una grave lesión. Ahora, con 45 años, le ha llegado el momento con un Espanyol en el que el máximo sostén es él y su idea futbolística.