Cerrado el mercado invernal para el Espanyol, a Fran Garagarza y a la entidad le toca centrarse al 100% en la ventana de verano en la que se espera alguna salida. La economía de guerra por la que atraviesa el club obligará a hacer movimientos de este tipo, independientemente de la categoría en la que milite el equipo la próxima temporada. Aunque si es en Segunda división la situación se complica todavía más.
Los jugadores que más preocupan a la afición son Joan Garcia y Javi Puado. Ambos canteranos están siendo lo más destacados en el Espanyol, varios son los equipos que no les pierden de vista y su continuidad no está asegurada para el próximo curso en Cornellà – El Prat. Desde el club son optimistas en que sigan en la entidad y así lo confirmó el CEO, Mao Ye, a ‘Mundo Deportivo’ en la 77ª edición de su ‘Gran Gala’: «Esperemos poder contar el próximo año con los grandes jugadores que ahora tenemos, sobre todo, los de la cantera. La tranquilidad que puede tener la afición es que tenemos una gran cantera y debemos dar ese reconocimiento al trabajo que se hace en ‘La21’.
El millor porter del món. pic.twitter.com/OpMxmN9WlY
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) February 2, 2025
Para más reconocimiento de los futbolistas formados en el fútbol base del Espanyol, Mao Ye reconoció que «los jugadores que suben de la cantera tienen ese plus del sentimiento y lo transmiten en el vestuario, lo que es ser perico y luchar por este club». A su mensaje, el CEO blanquiazul quiso dejar claro que jugadores como Javi Puado y Joan Garcia «son piezas importantes para mantener esa base social perica».
Ampliación de capital
Antes, una de las tareas pendientes de la entidad esa ampliación de capital necesaria para que en verano se pueda fichar. El Espanyol viene de un mercado de inverno en el que no ha tenido ni un céntimo para fichar y ante esta situación «haremos todo lo posible para seguir dando oxígeno al crecimiento del club. el verano que viene será muy importante, pero ahora toca mirar hacia delante y trabajar duro para dar tranquilidad a la afición».
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La cantera nunca estara a salvo mientras vengan «los otros» con la chequera y los cantos de sirena para embaucar a los chavales, aunque normalmente son los padres y/o allegados los que se dejan embaucar.