En muchos encuentros de la temporada, el Espanyol, al igual que lo hacen el resto de conjuntos de la competición, se medirá a viejas caras. En esta ocasión, los pericos tendrán en el banquillo rival a dos personas, un entrenador y un jugador, que formaron parte de la escuadra espanyolista en los últimos años. Diego Martínez como director técnico, el mediapunta Iván Gil. Dos realidades distintas dentro de un mismo equipo: uno lo ha revivido, el otro está en el ostracismo.
«Todos los partidos son especiales, siempre quedan en el corazón allá por donde pasas, donde has tenido el privilegio de competir. Son vivencias, aprendizajes y personas con las que tengo todavía muy buena relación, que es lo más importante en la vida, las personas», explicó en la previa el técnico gallego en referencia al encuentro. La cita conllevará el reencuentro de un técnico que fracasó en tierras blanquiazules con unos jugadores que han vivido una temporada en Segunda división y han regresado a la élite del fútbol español. Sergi Gómez, Leandro Cabrera, Edu Expósito o Pol Lozano son algunos ejemplos que, incluso, tendrán ganas de demostrar aún más su valía.
Diego Martínez, no obstante, ha revitalizado a la UD Las Palmas. Desde que llegó a un equipo apático y que no logró encadenar triunfos pese a disponer de una plantilla bien apañada, la elástica amarilla ha ido hacia arriba, logrando incluso la machada en el Olímpic LluÍs Companys venciendo al FC Barcelona.
Iván Gil, por su parte, tiene la medida muy bien tomada al Espanyol, puesto que fue un verdadero quebradero de cabeza en ambos encuentros el curso pasado cuando el catalán formaba parte del Andorra FC. El atacante anotó dos goles: uno en el principado, y para más inri fue de cabeza, y otro en el RCDE Stadium. Un latigazo después de una gran jugada individual en el que, según Manolo González, es uno de los peores partidos de su equipo desde que dirige al primer equipo blanquiazul. El futbolista ahora pío-pío tiene un papel secundario en Gran Canaria, habiendo disputado tan solo 97 minutos repartidos en dos encuentros. Difícilmente jugará ante su antiguo club.