Miren, yo entiendo que el socio y aficionado del Espanyol esté cansado, desanimado y con una mochila de agonía que es difícil descargar. Es imposible que las alegrías nos duren mucho tiempo, por un motivo o por otro, pero si me permiten el consejo, no dejen que el desánimo entre en sus vidas, en ningún aspecto.
Es habitual durante estos días, leer en las redes sociales a muchos pericos que afirman, con total rotundidad, que el equipo descenderá de nuevo esta temporada. Obviamente, coinciden en la mayoría de ocasiones en ser los mismos que afirmaban, con la misma seguridad, que este equipo no ascendería. Pues bien, ahora, con la misma certeza te garantizan y te aseguran que bajamos. Yo les diría desde aquí, si me lo permiten, que en julio no desciende nadie.
Acaba de finalizar la Eurocopa y el mercado de fichajes se activará dentro de unas semanas. Tenemos que ver qué jugadores se marchan y qué jugadores se incorporan. Es cierto que esta temporada no tenemos dinero para reforzarnos, pero eso es algo que los pericos tenemos por costumbre. De hecho, cuando peor nos ha ido deportivamente es cuando menos problemas económicos hemos tenido, porque el problema no es tener o no tener dinero, sino saber administrar tus recursos. Hay que ver también cómo se refuerzan y cómo están el resto de equipos. Les aseguro que muchos también tendrán problemas para confeccionar una plantilla para permanecer en Primera, y ahí estará nuestra lucha.
Les recuerdo que este año, al menos, tenemos claro cuál es nuestro objetivo, que es la permanencia. A partir de aquí, a luchar cada punto. Nuestra liga, esta temporada la competiremos contra 9 o 10 equipos que lucharemos por lo mismo. Esta temporada no tendremos la presión de ganar y ser de los mejores para ascender, simplemente se trata de ganar a tus rivales directos y rascar lo que se pueda contra los monstruos. Lo que hemos hecho casi toda nuestra historia y que, además, se nos ha dado casi siempre bastante bien. Nunca dejen de pensar en positivo y que el desánimo y el pánico no alcance sus vidas antes de tiempo. A fin de cuentas, el resultado será el mismo, pero al menos vivirán más felices.
2 comentarios
Me gusta el tono optimista del artículo de J.A. Meca.
Los músicos del Titanic también eran muy guays