La derrota del Espanyol ante CA Osasuna le complica mucho la vida. El conjunto perico, que llevaba jornadas acariciando la salvación, necesita la victoria en la última jornada, en caso que el CD Leganés gane su partido contra el Real Valladolid, para seguir en Primera división. Se ha complicado la salvación de la manera más tonta después de encadenar cinco derrotas consecutivas. En Pamplona no estuvo a la altura y fue el único de los equipos que se jugaban la vida que falló. Han tirado a la basura la gran distancia que lograron con los puestos de descenso el pasado mes de abril. El próximo fin de semana, el RCDE Stadium vivirá una jornada no apta para cardiacos a la altura de las vividas en Montjuïc ante Real Murcia y Real Sociedad cuando se logró la salvación en el último partido y con mucho sufrimiento. El Espanyol dependerá de si mismo ante un equipo descendido.
El Espanyol era el que tenía que dar un paso adelante y no esperar que lo hiciera ningún compañero de viaje. Y a los dos minutos, Javi Puado ya tuvo una buena oportunidad, pero su remate desde dentro del área salió alto. Pero este primer aviso se quedó en eso. Una llegada que no tuvo continuidad, ya que CA Osasuna, que salió muy serio, empezó a controlar el partido con el objetivo de inaugurar el marcador lo antes posible. Poco después, Kumbulla estuvo providencial para desviar un peligroso remate de Budimir a córner y en el saque de esquina lanzado por Rubén Garcia lo cabeceó Lucas Torro al larguero.
Con el paso de los minutos, Osasuna empezó a encerrar al Espanyol en su campo. Los de Vicente Moreno buscaban un triunfo que les permitiera seguir soñando con Europa, mientras que a los pericos no se les veía lo enchufados que deben estar en estos partidos. Los locales se fueron a por el gol y el premio no tardó en llegarles. Aimar Oroz recibió escorado a la izquierda, recortó y se sacó un disparo que, tras tocar en Budimir, despistó a Joan Garcia para acabar en el fondo de las redes. Estallaba El Sadar y la preocupación se instalaba en el espanyolismo.
Sin capacidad de reacción
Al Espanyol no le quedaba otra que ser más valiente. La derrota momentánea iba acompañada de los triunfos de Alavés y Leganés que le complicaban la salvación. Los de Manolo González parecían empezar a tener algo más de balón, pero no acaban de llegar con peligro a las inmediaciones de Sergio Herrera, mientras que Torró volvió a meter el miedo en el cuerpo con un remate de cabeza que no cogió portería. No fue hasta la recta final cuando el Espanyol se estiró. Empezó a dar sensación de querer. Edu Expósito, Urko y Carlos Romero lo probaron, pero se toparon con un portero navarro muy seguro. Con ellas finalizaba una primera parte en la que el Espanyol no estuvo fino, le faltaron ideas y actitud y se iba al descanso con muchas dudas y unas sensaciones preocupantes.
Al conjunto de Manolo González no le quedaba otra que dar un paso al frente. Ser mucho más valiente y buscar el gol, ya que una derrota le dejaba solo una bala en el cargador para la última jornada. Daba lo mismo perder de uno que de tres. Y las intenciones pronto parecieron ser distintas. En solo tres minutos llegó en dos ocasiones con claridad. El Espanyol estaba mejor, pero la falta de calidad le penalizaba. Y las miserias de este equipo volvieron a salir a relucir.
Los blanquiazules necesitaban marcar y Manolo González metió más artillería en el campo. Tras la entrada de Pere Milla en el descanso, en el 54′ Veliz ocupaba el sitio de Pol Lozano. Querían intentar cambiar la película. Los pericos marchaban a pecho descubierto y habían puesto una marcha más al partido. Y en el 67′ Roberto tuvo el empate. Carlos Romero se internó por la izquierda. Centró al segundo palo, pero el remate del ‘2’ lo despejó Herrera. Con una palomita evitaba el gol.
Las llegadas pericas eran más continuas, aunque sin verdadero peligro. En el 71’, Calero vio el desmarque de Javi Puado que no controló bien y, al escorarse demasiado, no pudo rematar con peligro. Se entraba en los últimos minutos siendo un quiero y no puedo. No había manera y con el equipo volcado en ataque, en una contra, Raúl García sentenciaba el partido. Mazazo del que tocará sobreponerse durante esta semana, ya que ante UD Las Palmas solo vale ganar.
Pero para sumar los tres puntos tocará recuperarse anímicamente, ya que tanto el equipo como todo el espanyolismo ha sufrido duras decepciones en las últimas jornadas. Nos hemos metido en un buen lío.
Ficha técnica:
CA Osasuna: Herrera; Juan Cruz, Boyomo, Catena, Areso; Ibáñez (Iker Muñoz, 60′), Torró; Rubén García (Barja, 60′, Bretones, 77′), Oroz, Bryan (Moncayola, 74′) y Budimir (Raúl, 77′).
RCD Espanyol: Joan Garcia; El Hilali (Tejero, 83′), Kumbulla, Calero, Romero; Urko (Král, 83′), Lozano (Veliz, 55′); Roca (Pere Milla, 46′), Expósito, Puado (Jofre, 75′) y Roberto.
Goles: 1-0, Budimir (17’) y 2-0, Raúl García (90′)
Árbitros: Francisco José Hernández Maeso (C. Extremeño). TA: Kumbulla (30’), Areso (80′)
Incidencias: El Sadar