La gran sorpresa de la convocatoria del Espanyol para el importante duelo en Butarque contra el CD Leganés es la inclusión del mediocentro Rafa Bauza. La ausencia por sanción de Álvaro Aguado, así como el hecho de que el filial juegue el domingo, ha hecho que Manolo González cite a uno de sus jugadores fetiche en el Espanyol B.
Rafa Bauza (30 de enero de 2005) es una de las sorpresas positivas de esta campaña en el filial. Juvenil de último año, el pasado curso pertenecía al Juvenil B, pero acabó la campaña en el A, donde debía de competir este curso por edad. Pero realizó la pretemporada a las órdenes de Manolo González con el Espanyol B y ya no volvió a pisar los juveniles. «No me lo esperaba», aseguró el mallorquín en una reciente entrevista a ‘El 1900‘, publicada en nuestra edición de papel.
Rápidamente se hizo con el centro del campo y, de las 30 jornadas disputadas por el Espanyol B hasta el momento, solo se ha perdido tres, todas ellas obligado al estar sancionado. Además, ha sido titular en 26 de los 27 encuentros que ha jugado, muestra de la importancia que tiene Rafa Bauza en el esquema del equipo ahora dirigido por Javi Chica.
La Marcet Football University se lo llevó del equipo de su pueblo, Sant Llorenç des Cardassar, con tan solo nueve años, y pasó a vivir en su residencia. Tras ello, la UE Sant Andreu se fijó en él, pasando en el Narcís Sala toda la etapa de cadete y el primer año de juvenil, hasta que el Espanyol se interesó y se lo acabó llevando. «Quiero llegar al primer equipo y seguir muchos años en el Espanyol», explicaba en la citada entrevista Rafa Bauza, deseoso de seguir creciendo como perico.
Tanto Manolo González como el resto de de los técnicos del fútbol base del Espanyol saben que tienen entre manos a un potencial jugador de Primera división con Rafa Bauza. Puede actuar tanto de ‘6’ como de ‘8’, abarca mucho campo y cuenta con un gran toque de balón. Con el ’44’ a la espalda, seguro que el balear nunca olvidará su primera citación con el primer equipo, la cual conociendo los gustos de Manolo González estaba claro que no iba a tardar.