No me voy a andar con tonterías. Ojalá Ter Stegen se quede en el Barça, rete a Joan García por la titularidad, la consiga, y el de Sallent acabe jugando las rondas previas de la Copa del Rey contra la Ponferradina y el Algeciras. Y, por supuesto, las pierda ante los del Bierzo y los andaluces. Nada me haría más feliz.
Eso de la lagrimita fácil y desearle lo mejor es casi ofensivo. Recordemos que en la celebración del título liguero del Barça algunos de los que serán compañeros de vestuario de Joan García cantaron canciones de los ultras del Barça en los que deseaban la desaparición del Espanyol. Sus futbolistas pueden chotearse de nosotros, pero a nosotros nos cayó – mediáticamente – la del pulpo por poner los aspersores.
Joan García tenía ofertas de varios equipos de la Premier, pero ha decidido poner por delante su interés a la adoración que la afición perica tenía por él, y ha escogido al eterno rival. Ahora forma parte del aparato de propaganda culé, el mismo que nos desprecia año tras año, y que nos condenó a un apagón mediático cuando estábamos en Segunda, que parecía que nos hubiera tragado la tierra.
Esta ha sido la opción que ha preferido el guardameta, que ha intentado lavar su imagen con un vídeo presuntamente emotivo en el que daba las gracias a la afición del Espanyol, afición a la que él ha despreciado con su fichaje. Deseo que fracase sin más. Por supuesto, su fracaso estaría bañado en dinero, porque con lo que va a cobrar del ‘oro del Barcelona’ podrá mantener a varias generaciones de ‘Garcías’, pero ojalá no consiga nada de la gloria deportiva que anhela. ¿Rencoroso? No, simplemente tengo memoria.
2 comentarios
De acuerdo. Ojalá haya “caso Ter Stegen”, ojalá haya sanciones UEFA que les jodan la próxima campaña europea, ojalá les reviente en la cara el mundo de las palancas y las inscripciones amañadas de Olmo y del otro chaval, ojalá la sentencia de los 17 años de soborno al clan Negreira les sentencie, valga la redundancia, a una pérdida de categoría histórica, y ojalá que todo eso convierta los cantos de sirena que han llevado a Joan hasta allí en un naufragio que ni el Costa Concordia.
¡Traidor! Nunca fuiste perico, era todo una gran mentira…