Los retos de Luis Miguel Ramis en el Espanyol

Primeros días de Luis Miguel Ramis como entrenador del Espanyol y el técnico catalán ya está tratando de imponer sus ideas al equipo para llegar al duelo ante la SD Huesca con los conceptos claros. Ramis insistió en ello durante su presentación como nuevo preparador perico y, más allá de la idea de juego que tenga, debe solventar algunos obstáculos que ha tenido el equipo en la primera parte liguera.

Para empezar, la defensa. Los errores individuales atrás y los fallos de marcaje es algo a lo que Ramis debe encontrar solución cuanto antes. Se han ido demasiados puntos por errores no forzados, con lo que potenciar la retaguardia será una de sus principales misiones. 16 goles recibidos en 14 jornadas son demasiados y el principal objetivo actual es cerrar la portería. Con solo tres centrales naturales disponibles –Sergi Gómez, Fernando Calero y Leandro Cabrera-, veremos qué pareja utiliza en El Alcoraz, o si lo hace con los tres. En seis de las jornadas disputadas se ha encajado primero y en tres de ellas, hasta dos goles antes de anotar el primero.

El centro del campo es otra de las patatas calientes que tendrá entre manos Ramis. Su sistema es a priori un 4-4-2, con lo que utilizaría un doble pivote. Con José Gragera, que se marchó con molestias del duelo ante la SD Eibar, como único pivote defensivo de la plantilla siempre y cuando los problemas físicos no le priven de jugar en Huesca, el acompañante apunta a ser un Álvaro Aguado que tiene que dar un paso al frente. En la última jornada, sobre todo en la primera parte, faltó conexión entre líneas y movimiento, y ahí el ex del Real Valladolid tiene que decir algo más de lo que ha dicho hasta el momento.

También se tienen que comenzar a aprovechar los disparos desde fuera del área, característica de la que apenas se ha sacado rédito. Y es que el equipo solo ha anotado dos dianas desde lejos del área de castigo: Jofre Carreras ante el CD Mirandés y Nico Melamed contra el Levante UD. Es un recurso más a aprovechar, y más con los buenos tiradores que hay en plantilla.

En definitiva, dar un paso al frente en varios aspectos de cara a recortar distancias con los primeros clasificados con tal de aproximarse a ellos, cortar de raíz la mala racha -un punto de nueve posibles- y volver a la senda de la victoria, la cual ha de llevar al gran objetivo final: el ascenso.