El Espanyol necesitaba un ‘9’ que acabara con la sequia goleadora perica este curso y ha apostado por la juventud, el hambre y la ambición de Roberto Fernández. El delantero de 22 años llega para demostrar que está hecho para rendir en la élite y con la carga de lograr lo que no han podido hacer ni Alejo Veliz ni Walid Cheddira: marcar goles.
Formado en la cantera del Córdoba CF, a los 16 años cambió de fútbol base para firmar por el Málaga CF. El de Puente Genil siguió goleando como jugador malacitano, y en su primer año como juvenil anotó diez goles en Liga Nacional. Tras marcharse al San Félix, club que forma parte de la órbita malaguista, volvió a Martiricos en la 2020-21, donde ya en la exigente División de Honor juvenil marcó 18 goles. Su buen hacer le llevó a debutar con tan solo 18 años en Segunda división con el primer equipo del Málaga CF, con el que jugó 34 partidos; ello hizo que Roberto Fernández tuviera la oportunidad de marcharse cedido al filial del FC Barcelona en la campaña 2022-23.
Con el Barça Atlètic, Roberto Fernández marcó siete goles en 34 partidos, números que le sirvieron para regresar al Málaga CF y ser clave para el ascenso de la pasada campaña con 20 dianas. Ello despertó el interés de varios clubes, llegando el ariete a tener 20 propuestas diferentes según se publicó el pasado verano en diversos medios, siendo las más destacadas las de Atlético de Madrid y Sporting Braga, que fue quién acabó llevándose el gato al agua a pesar de que BlueBay, compañía hotelera que cuenta con parte de las acciones del Málaga CF, trató de frenar el traspaso mediante los juzgados.
Roberto Fernández empezó la campaña con protagonismo en el Sporting Braga e incluso marcó dos goles en dos encuentros seguidos que le valieron su primera citación con España sub-21, con la que también marcó en su debut. Pero poco a poco su participación fue a menos y la llegada de Fran Navarro le ha abierto las puertas de par en par, algo que Fran Garagarza no ha desaprovechado.
Delantero alto (1,86 centímetros) y corpulento, se trata de un ariete con buen juego de espaldas y buen disparo de media distancia. Es un rematador, con buen posicionamiento en el área y con mucha hambre para demostrar su valía, algo que siempre ha reclamado Manolo González en sus jugadores. Un poco lo que se buscaba con Alejo Veliz, pero que sin duda no ha salido bien. Que ocurra con Roberto Fernández; el Espanyol lo necesita.
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Hacer lo que ni Veliz, ni Cheddira han podido: Jugar.