Han pasado dos meses desde que Salvi Sánchez ha abandonó el Espanyol y por primera vez ha roto su silencio. El extremo gaditano, que fue una de las tres salidas del conjunto perico en el mercado invernal junto a Irvin Cardona y Naci Ünüvar, es el único jugador que sigue sin equipo. A día de hoy entrena en solitario a la espera de una oportunidad, que no le obsesiona porque este tiempo le ha servido para reflexionar y disfrutar de su familia.
Salvi Sánchez se marchó del Espanyol después de una temporada y media. Su salida se llevó a cabo porque «rescindimos allí en Barcelona. Llegamos a un acuerdo y bueno, estoy bien. Al principio fue difícil, pero ahora entreno en solitario y estoy preparado», explicó el exjugador perico en el ‘Marcador de Radio Marca’. Además, confirmó que «con ellos firmé un contrato de confidencialidad y tampoco hablar mucho sobre ese tema, pero estoy muy agradecido por el tiempo que estuve allí. Me he sentido muy querido durante todo el tiempo que estuve allí. Se hizo un poco difícil adaptarse a Barcelona para mi familia, pero firmamos con un objetivo claro, que era ascender y se consiguió».
Después de media temporada sin minutos, el gaditano tuvo que aprender a gestionar esa situación. Llegó al conjunto perico procedente del Rayo Vallecano, club en el que estaba feliz y tenía protagonismo. Dio el paso al Espanyol porque «me salió la oportunidad de irme a un grandísimo club, con títulos, con mucha ambición y con un proyecto muy bonito por arrancar. Habían descendido dos veces en cuatro años y tanto yo como mi familia nos la jugamos, pero esto es la vida».
A pesar de estar sin equipo, el experico sigue la actualidad de LaLiga y del Espanyol. Como partícipe del ascenso a Primera división, sobre si los de Manolo González se salvaran, Salvi Sánchez aseguró que «creo que sí, pero es verdad que ahora están en el tramo más difícil y si son capaces de sacar los partidos en casa y los que son clave, será más fácil porque ahí está la clave».
Con 33 años y sin equipo, la palabra retirada no le preocupa a Salvi Sánchez. «No me da miedo porque he hecho las cosas medianamente bien y el día de mañana tendré que disfrutar de mi vida de alguna otra manera y ya está. Nos tendremos que dedicar a otra cosa. La vida va de etapas», finalizó.